El viernes por la noche, en el Aeropuerto Internacional de Seattle-Tacoma (Washington), un empleado despegó con el avión Bombardier Q400 de Alaska Airlines operado por Horizon Air y lo estrelló 64 kilómetros después, causando su muerte. El Buró Federal de Investigaciones (FBI por sus siglas en inglés) anunció que el suceso no se vincula con ningún acto terrorista.
De acuerdo con informes publicados por Alaska Airlines, no había pasajeros a bordo cuando ‘Rich’, quien fue llamado así por los controladores aéreos en una conversación, robó la aeronave con un “despegue no autorizado”.
En la Red circulan videos de testigos que muestran la diversas maniobras que el conductor llevó a cabo antes de estrellarse con una caída en picada en la isla Ketron, estrecho de Puget (Pierce, Washington). De acuerdo con las autoridades, no se registraron daños materiales.
En las primeras declaraciones se informó que el involucrado tenía 29 años y era un mecánico de la aerolínea estadounidense Horizon Air, pero posteriormente se detalló que era un empleado encargado de ayudar a dirigir los aviones a las puertas de embarque y quitarles el hielo.
El conductor fue escoltado por dos cazas F-15 para garantizar la seguridad de quienes se encontraban en tierra. Por su parte, la Policía local sostuvo que el accidente fatal se debió a “las maniobras en el aire o la falta de habilidades de vuelo” y aseguró que los F-15 no estuvieron involucrados en la caída de la aeronave.
De acuerdo con una grabación de la plática que el conductor sostuvo con especialistas en control aéreo del aeropuerto, las últimas palabras del hombre fueron que “no sabría cómo aterrizarlo”.
En el audio, ‘Richi’ pidió perdón a los que se preocupan por él y se definió como “un tipo quebrado” al que se le aflojó un tornillo, asegurando que no quería hacerle daño a nadie y mostrándose emotivo al darse cuenta de que “la vida de la gente está en juego”.
Los controladores aéreos hicieron todo lo posible para convencer al hombre de que aterrizara y le dieron instrucciones detalladas para evitar el desenlace fatal. El empleado descartó la propuesta de aterrizar en una base militar cercana, aseguró que había jugado a videojuegos y por eso entendía algo de lo que estaba haciendo. En tanto, reportó una posible falla en uno de los motores y tras avisar que el combustible se estaba agotando rápido, dijo que se sentía mareado y pidió que le explicaran cómo presurizar la cabina.
En un video publicado en la cuenta de Twitter de Alaska Airlines, una vocera no identificada da lectura al informe del CEO, Brad Tilden, quien aseguró que con las investigaciones en curso el enfoque será seguir apoyando a la familia del individuo involucrado, “a la familia de Alaska y Horizon” y los clientes de la aereolínea.