Francia. – Hace algunos años en los vuelos comerciales se podía fumar sin restricción alguna, incluso la mayoría de las aerolíneas ofrecían habanos en primera clase mientras que en clase turista ofrecían los cigarrillos como: Virgina Slims, Dunhill y John Player Special. Esta “insana” costumbre tuvo fin el 11 de julio de 1973.
La aerolínea brasileña “Varig”, en los años 70 estaba en su máximo apogeo y brindaba un servicio de excelencia. El vuelo 820 con destino a París estaba completo. El Boeing 707-345C llevaría 134 personas a bordo, 117 pasajeros y 17 tripulantes, es importante recordar que en años anteriores los vuelos transoceánicos necesitaban un capitán, un copiloto, un ingeniero de vuelo y un navegante, además de una tripulación de reemplazo y 9 sobrecargos.
El vuelo despegó sin contratiempos del Aeropuerto Galeão en Río de Janeiro rumbo a París. A la 1:57 de la tarde, el capitán Gilberto Araujo Da Silva informaría a la torre de París-Orly que iniciaba la aproximación final. Solo un minuto después se encenderían las alarmas de la cabina indicando un incendio a bordo.
El humo se esparcía por el avión, pero las auxiliares de vuelo no podían encontrar el origen. En solo 3 minutos los pasajeros comenzaron a desmayarse por los gases posteriormente el humo invade la cabina. Los tripulantes se colocan las máscaras de oxígeno e inician un descenso de emergencia. Ven un lugar propicio y realizan un exitoso aterrizaje de emergencia.
La tripulación y 2 sobrecargos salen del avión por una puerta de emergencia sobre la cabina, una vez seguros en tierra notan que ningún pasajero ha descendido del avión que en segundos queda envuelto en llamas.
Los bomberos llegan en respuesta inmediata en apenas 7 minutos, pero solo pueden rescatar a un pasajero. La tragedia cobró la vida de 123 personas. El proceso de la Oficina francesa de Investigación y Análisis para la Seguridad de la Aviación Civil, determinó que la mayoría de los pasajeros y los 7 sobrecargos ya estaban muertos cuando la aeronave tocó tierra. Llegando a la conclusión de que un cigarrillo arrojado en el cesto de basura del baño posterior derecho inició el fuego.
Sabías qué… En el Aeropuerto Internacional de Guanajuato, ubicado en el municipio de Silao una de las muchas restricciones que existen es la de fumar dentro de los aviones, pero esta prohibición se originó a raíz de un trágico accidente, y con el objetivo de proteger, salvaguardar y evitar posibles incendios.
La primera medida fue prohibir fumar en los baños y en los procesos de despegue y aterrizaje, pero poco a poco las aerolíneas más “importantes” extendieron la prohibición a todo el vuelo. Durante muchos años, los aviones se siguieron fabricando con ceniceros en sus apoyabrazos por si algún desprevenido encendía un cigarrillo.
Si hoy en día prende un cigarrillo en vuelo, el sobrecargo se acercará a usted con un cenicero en la mano y al aterrizar se le acercará, personal de seguridad aeroportuaria para detenerlo.
En 1979, Gilberto Araujo Da Silva comandaba otro Boeing 707 para “Varig”, esta vez un carguero, su vuelo se desvaneció en el Océano Pacífico y jamás fue encontrado.
Este trágico incidente en el vuelo 820 de “Varig “en 1973 marcó un antes y un después en la industria de la aviación al poner fin a la práctica de fumar a bordo de aviones comerciales, mejorando significativamente la seguridad y la salud de los pasajeros y la tripulación.
