Irapuato, Guanajuato.- La colocación del Nacimiento del Niño Dios ha sido una tradición durante mucho tiempo, que representa con figuras a escala o tamaño natural la llegada al mundo del Niño Dios y la visita de los Reyes de Oriente. Suele instalarse en casas, iglesias y lugares públicos.
En Irapuato podemos apreciar un Nacimiento del Niño Jesús en cada iglesia incluso en la mayoría de los hogares o espacios públicos como en el Jardín Principal de la Presidencia Municipal.
El Belén también llamado nacimiento o pesebre consta de varias figuras, cada una con un significado particular.
Las estrellas: sin duda la manifestación de las señales que fueron dadas por Dios a través de sus profetas, quienes esperaban la venida del hijo de Dios para que se cumplieran las escrituras.
El pesebre: que siendo tan sencillo como un puñado de paja mantuvo al niño abrigado.
José y María: Él un hombre que supo dejar a un lado sus dudas y decirle a Dios que se haga su voluntad. María la mujer dócil y entregada a cumplir el misterio de la venida de Cristo a través de su vientre.
El ángel: el coro celestial cantaba jubiloso aleluyas pues el Hijo de Dios ha nacido entre los Hombres para manifestar el Amor de Dios hecho carne, también la condición suprema de Jesús que es hombre y a la vez Dios, pues aunque vino a este mundo no es de este mundo.
El burrito: un animalito que representa el trabajo esfuerzo y fortaleza, presente en el pesebre para calentar el lugar donde pondrían al pequeño recién nacido. Acaso por ser un burrito, no estaría también bajo la mirada del Señor, Dios es Señor de todos. Estuvo presente dentro del pesebre.
El buey: llevando grandes cargas y de caminar lento representa, ayuda enormemente a apoyar las cargas de otros, símbolo de una actitud solidaria y fraterna.
Los pastores: ellos eran sencillos trabajadores que estaban cuidando sus rebaños, cuando supieron que Jesús había nacido y corrieron a adorarle.
Los reyes magos: hombres sabios y conocedores de las señales del cielo, representan los títulos y el conocimiento que está al servicio de Dios, pues trajeron dones para adorar al Niño como Oro, Incienso y Mirra, símbolo de tributo al Rey de Reyes.
El nacimiento del Niño Jesús se mantiene durante el mes de diciembre y puede seru hasta la primera semana de febrero.
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