Guanajuato.- Aldo Márquez ni es presidente de puertas abiertas, ni tampoco escucha a todos los panistas, simplemente porque aparte de ser el presidente del Comité Directivo Estatal del PAN, también es diputado local.
El dicho dice que “No se puede chiflar y comer pinole” y así podría definirse que los panistas tienen un medio diputado y medio presidente, porque o desempeña un cargo o desempeña el otro y en algunos lugares es diputado para todos los guanajuatenses y en otros es presidente para los panistas.
Dirían algunos ¿Y para que quería la presidencia del PAN o para que quería ser diputado, si ni una, ni la otra?, es decir, que ni chana, ni Juana.
Sin embargo o cómo diputado toma seriedad en el puesto y da el máximo en el congreso o cómo presidente revisa lo que ha dejado de hacer, porque por andar jugando al todas puedo, el resultado podría ser, no pude con ninguna.
En fin así es el reflejo del panista en Guanajuato que quiere abarcar todo, sin dar espacio a la renovación y a la autocrítica, porque es más sencillo ver hacía fuera que verlo de casa.