Irapuato, Guanajuato.- El señor Carlos N. trabaja de 64 años de edad, trabaja en el estacionamiento de un centro comercial cuidando y echando “aguas” a los conductores que acuden a realizar sus compras. Él dijo que tiene ya medio año trabajando ahí, y comentó que le gusta su trabajo pues conoce a diversas personas, aunque no todas los tratan de la manera más amable.
Carlos acudió a ese empleo pues dijo que por su edad ya no lo quisieron contratar en alguna otra empresa, “a pesar de que tengo experiencia me decían que por mi edad ya no me podían dar el puesto”. Pero recalcó que el realiza su trabajo con amor pues es su filosofía de vida, y así disfruta lo que realiza y no le parece una carga.
“Los clientes no le voy a mentir son amables, porque siempre he pensado si usted atiende a un cliente bien va regresar, no he tenido problemas con nadie, depende mucho como los atiendo, por que el cliente es primero” dijo.
Siempre procura que los clientes se estacionen en los cajones correctos, por ejemplo que no se paren en los cajones de discapacitados si no es necesario. A pesar de que es un trabajo en el cual el señor Carlos entra de 6 de la mañana a 4 de la tarde, no gana mucho como algunas personas pensarían, pues dice que gana alrededor de 200 pesos, pero que no se queja, pues se siente productivo y se distrae.
Ahora resulta que ser parásito es ser humilde.