Un “estado roto”, así pudiera ya irse considerando a Guanajuato en materia de seguridad y es que las alertas que emiten los gobiernos de Japón y Canadá muestran una entidad sumida en problemas de “espantan al mundo”.
Que, si la responsabilidad es de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado o de la Secretaría de la Defensa o de las fiscalías estado y federación o de los policías municipales a los guanajuatenses les da lo mismo, quien sea, es “chiste” es que se vea que pasa algo positivo.
El vergonzoso estar escuchando a AMLO que Carlos Zamarripa fiscal de Guanajuato tenga que ser removido y que el gobernador Diego Sinhue lo defienda, cuando hay dichos que dicen que no hay que meter las manos al fuego por nadie y menos por quien no es ni de tu familia.
AMLO en sus abrazos no balazos y en lo que pareciera una necedad de “tratar mal a Guanajuato” se está llevando categóricamente entre las patas a todos los ciudadanos, los que votaron por él, los que no votaron, es decir, todos.
Lamentable que en seguridad Guanajuato tenga tantas bases de la Guardia Nacional y una región militar y sea uno de los estados más violentos, una entidad que, si un día hay un descabezado, otro un bombazo, otros policías muertos, desaparecidos y todos ellos “hechos menores” que a los políticos se les olvido que se llama terrorismo en un estado fracturado por la inseguridad.