
El cementerio de Notus
Políticos y ladrones
-perdonen la redundancia-
recibirán abundancia
de párrafos mamalones.
Preparen entretelones,
no se la pierdan por nada:
haremos con la versada
calaveras de terror
desde aquí hasta La Chingada
(que es el rancho de Obrador).
Que se prepare el gobierno,
que esperen los diputados,
los jueces y magistrados;
arderán en el averno
tiznados con fuego eterno.
Por su proceder marrano
y su pensamiento vano,
con su trinche, los diablillos
los castigarán por pillos,
ensartados por… la mano.

Libia Dennise
Aquí se acabó tu suerte,
a Libia gobernadora
le sentenció, retadora,
la muy miserable Muerte.
Se quedó, la pobre, inerte
sin sonrisa ni optimismo.
En el fondo del abismo
yace triste e infeliz:
la enviaron en un veliz
al infierno del panismo.

Samantha Smith
A Samantha Smith, la Flaca
Le hizo su festival:
Y su destino fatal
fue convertirla en calaca
que en medio de una resaca
de tequila con café
éste su castigo fue:
sin trámite ni permiso,
la enterró junto al macizo
del Klan de la Santa Fe

La corrupción en el PAN
Aserrín, aserrán,
Se hacen ricos los azules,
Ah, que cínicos gandules:
piden PAN
y les dan.
Mas la Muerte, tenebrosa,
sentenció así la cosa:
una mano va al rosario
y la otra va al erario.
y todo el cuerpo a la fosa.

La corrupción en Morena
La cuarta transformación
robaba con frenesí,
muy al estilo del PRI
y del panismo ramplón.
¡Cuándo méndigo ladrón!
Y se decían diferentes
la bola de pe..nitentes;
les sentenció la Huesuda,
“para que no quepa duda:
a mí me pelan los dientes”.

Los bloqueos de campesinos
Bloquearon la carretera
Por precios de garantía
Y lucharon con porfía
junto con la Calavera,
que los apoyó, matrera:
Aquí no vale monserga,
tendrán un castigo eterno:
Diputados, senadores,
-Vil bola de vividores-
son enviados a… al averno.

La Muerte desaparecida
Rondaba la Calavera
por campos de Villagrán.
Buscaba con gran afán
en nutrida balacera
a quien llevarse a la tierra.
Oh, Huesuda malnacida,
¿qué será de nuestra vida?:
en la tierra de matones
y clandestinos panteones
estás desaparecida.
Llegó la Flaca malsana,
con cizañosa porfia
al patio de Valenciana
en pos de filosofía.
En su corazón latía
su violencia promisoria
y con su guadaña hacía
cachitos a los de historia.
Y así le dio sepultura
a esa banda tan letrada,
de teorías embadurnada,
bañada en literatura.
Pero llegó un tipo curro
que pronto la fue a tunar,
ya que la puso a fumar
algo que le llaman “churro”.
No tiene ningún apuro
En ese lugar siniestro,
Y ahora dice con susurro:
“qué buena onda, maestro”.
