Por: Davinchi
#NotusNoticias
Faltaban cinco minutos para que iniciara el nuevo año, las uvas ya estaban en la mesa listas para pedir mis doce deseos. Fui corriendo al baño en lo que analizaba lo que pediría para éste 2014. En el camino me encontré un extraño ser… muy extraño, era como un duende.
¿Ya sabes lo que vas a pedir? – me dijo así tan de repente.
La verdad no sabía que contestar. Al principio pensé que la sidra ya estaba haciendo sus efectos, pero no, el duende era real. De pronto se me ocurrió una brillante idea.
-Si, ya lo tengo. Pero ahora en lugar de pedirte doce deseos, solamente pediré dos ¿se podrá?.
-¿Dos nada más?
-Dos. Pero ahora si me los cumples, cada año es lo mismo… pido y pido y pido y nada. Por eso mejor te canjeo los otros diez, con la condición de que me cumplas los otros dos.
-Ya está, me dijo aquel duendecito.
Ya ni alcance a ir al baño. Todos alzamos nuestras copas y brindamos por un mejor año. Entre brindis y buenos deseos se escuchaban las primeras campanadas del 2014. Ni siquiera tuve chance de comerme las uvas, estaba tan concentrado en mi par de deseos que no quería distraerme un solo segundo.
Primero… quiero que se me cumplan todos mis deseos… a mí y a toda la gente que me quiere.
Segundo… que sea en tiempo presente. Es decir de forma inmediata. Pensaba en silencio mientras cerraba los ojos.
Todos se me quedaban viendo porque mi sonrisa era imposible de ocultar. Pensaban que la alegría del momento me estaba volviendo loco. Y la verdad ya había perdido la razón. Sólo de imaginar en aquel par de deseos, me invadía una satisfacción total, plena… como si ya tuviera mi vida resuelta.
Uno a uno de los presentes me dio un abrazo al mismo tiempo que me decían: “Gracias por tus buenos deseos”, mientras, allá junto al refrigerador en la cocina, un pequeño duende me guiñaba un ojo mientras bebía una copa de sidra. Afuera en el jardín, una familia de trolls nos observaba.
Que tus deseos se hagan realidad… y en tiempo presente. ¡Feliz año nuevo, feliz 2014!