Irapuato, Guanajuato. Don Carlos Ventura Mina de 71 años, originario de Irapuato, es un taxista que lleva casi 50 años manejando, fue jugador de los Reboceros de la Piedad y hoy en día “subsiste” para poder juntar el dinero semanal que ocupa su esposa para hacerle la hemodiálisis.
Carlos tiene dos hijas, una de ellas en los Estados Unidos, ella tiene tres hijos y las condiciones en la que vive le impiden ayudar a sus padres, pues se encuentra ilegal en ese país y el que era su esposo la abandonó.
La otra hija, vive en Irapuato y también se encuentra pasando por un momento complicado en su economía, es por eso que Carlos no ha dejado de trabajar y ser el pilar en su casa, donde su esposa se encuentra prácticamente en cama por una enfermedad que arreció hace 8 años.
“A veces ya no sé no que hacer, me enferme de los pulmones el año pasado, porque fumaba mucho y de joven también tomaba mucho, ya tengo 15 años sin tomar; Dios me ha dado la bendición de tener a mi esposa, pero no alcanzo, es muy caro todo” dijo el hombre.
El irapuatense enfermó en noviembre del año pasado y se quedó un par de meses sin trabajar, un día uno de sus amigos le consiguió volver a subirse al taxi, porque por la edad se le ha complicado encontrar un trabajo.
Carlos Ventura quien vive en la calle Río Bravo, de la colonia Las Misiones, por el templo de San Juan Bosco, es chófer del taxi 1910, él no sabe de aplicaciones de celular y el vehículo podría decirse que no se encuentra en las mejores condiciones, pero a pesar de ello tiene un trabajo en el que su objetivo es salvarle la vid a su esposa la que ha sido su compañera por varias generaciones.
