Irapuato, Guanajuato.- Carlos Adrián Ramírez Cabrera, quien mató a su hija Adriana Alexa Ramírez Soto fue detenido hace unos momentos, confirmó el procurador genaral de Justicia del Estado, Carlos Zamarripa, luego de que el juez ordenó la orden de aprehensión.
Así lo informó a través de su cuenta de twiiter donde señala que el trabajo multidisciplinario entre la PGJE y la SSP reveló que “El autor del lamentable crimen es el padre de la menor; ya ha sido detenido”.
En entrevista el funcionario confirmó que se trató de un homicidio doloso en la categoría de feminicidio, ” La niña tiene diversos traumatismos tanto cráneo encefálicos como en su tórax producto de golpes propinados por una persona “.
Además dio a conocer que por tratarse de un homicidio calificado el incupado, en este caso, el padre de la bebé Adriana Alexa alcanzaría más de 30 años de cárcel.
Asimismo dijo que a la investigación se suman antecedentes de violencia intrafamiliar en contra del detenido.
Por ello, la tarde de hoy jueves, agentes de Investigación Criminal de la PGJE y elementos de las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado detuvieron al feminicida de la menor, por lo que en las próximas horas será llevado ante un Juez de Control, a fin de que se realice la audiencia de formulación de imputación.
El pasado 19 de octubre el padre de la menor denunció el robo de su vehículo y de su menor hija ante el Ministerio Público. En la narración de los hechos señaló que viajaban a bordo de su automóvil sobre la carretera Irapuato-León y al llegar a la altura de la desviación al Libramiento Norte, se incorporó a éste, donde fueron interceptados por tres sujetos, bajándolo de la unidad, uno de ellos subió al auto y emprendió supuestamente la huida, en el interior del auto se encontraba Adriana Alexa Ramírez Soto.
Más tarde el vehículo fue localizado sobre la avenida Siglo XXI y un día después se encuentró a la pequeña de ocho meses de edad, sin vida en el lecho del Río Guanajuato.
Esa tarde de lunes, como de costumbre, el padre de Adriana Alexa Ramírez Soto pasó a un domicilio a recoger a la pequeña, con quien estaría durante el resto del día. Fue la última vez que sus familiares la vieron con vida.
La mamá de la niña sabía que la bebé estaría al cuidado de su padre; sin embargo, la noticia de que había sido robada los alertó y acudieron al Ministerio Público a denunciar el hecho, donde de forma inmediata se activaron los protocolos para su ubicación y se emitió una alerta Amber.
El Ministerio Público, dentro de su tarea de investigación, fue recabando información que contradecía la versión vertida por el padre de la pequeña, por lo que las indagatorias revelaron que los hechos no sucedieron en la forma en que los denunció, pues de acuerdo a video-grabaciones, obtenidas de los lugares por donde el padre refirió que circuló al momento de los hechos denunciados, al analizarlas se desprende que no acontecieron como los narró.