El pasado 15 de julio Miguel Ángel Treviño, líder Zeta, fue detenido en las afueras de la ciudad fronteriza de Nuevo Laredo y después fue trasladado a la Ciudad de México en donde al ingresar a las instalaciones de la Procuraduría General de la República –PGR– no estaba esposado.
Al momento de la captura, Treviño tenía ocho rifles, aproximadamente 500 cartuchos y dos millones de dólares en efectivo. Este hombre de 40 años fue detenido por marinos.
En comparación con el gobierno de Felipe Calderón (2006-2012), en esta ocasión el sospechoso no fue presentado ante las cámaras de televisión, esposado, con el dinero en efectivo decomisado, ni con las ramas.
Sin embargo con el actual Presidente, Enrique Peña Nieto, sólo se dio a conocer un vídeo en el que se muestra al presunto culpable sin esposas y caminando por la sede de la PGR.
Esto, según los informes, supuestamente para evitar la exaltación de los narcos o para que las autoridades no sean acusadas de violación a los derechos humanos y para impedir que el encausamiento penal de los narcos sea obstaculizado.
Miguel Ángel Treviño Morales, máximo líder del cartel Zeta, construyó su “empresa” que se extiende del suroeste de Estados Unidos hasta Centroamérica. Y pasó sus últimos días de libertad viajando de madrugada en carreteras secundarias de Tamaulipas y con poca gente, hasta que fue detenido.
REDACCIÓN / NOTUS
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