México.- Se aprobó La Reforma a la Norma Oficial NOM 035, que entrará en vigor a partir de octubre de 2020, la cual dice que el empleado debe de ser la primera prioridad para un jefe. De no ser así los jefes pueden ser multados en caso de que un trabajador tenga estrés laboral.
Los líderes y jefes deben asegurar a sus trabajadores un espacio tranquilo, seguro y amable, de esa manera no sólo cuidan su salud mental, también su productividad.
Según cifras nacionales, el 43 % de los mexicanos padecen estrés laboral y 33% es adicto al trabajo. En consecuencia, pequeñas, medianas y grandes empresas deben regular la calidad y el equilibrio de la vida social y la laboral.
Por decreto de la NOM, los líderes deberán aplicar a sus empleados exámenes médicos, evaluaciones psicológicas que les permitan determinar su estado de salud física y mental. Estos exámenes serán aplicados paulatinamente o cuando alguno de los empleados presente signos de fatiga crónica, estrés o inclusive baja productividad.
Las empresas necesitarán crear estrategias adecuadas para combatir cada uno de estos factores, finalmente, las reformas deben ser aplicadas para que en el 2020 puedan ofrecer un espacio de trabajo digno a sus empleados.
La Secretaría de Trabajo y Previsión social (STPS) verificará que las adecuaciones hayan sido realizadas, de lo contrario, podrá aplicar diversas sanciones en contra de la empresa o jefes, con multas que irán desde los 20 mil hasta los 500 mil pesos.
¿SABÍAS QUE?
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), México tiene un 75% de prevalencia de estrés en su fuerza laboral, lo que lo coloca en un primer peldaño por encima de las primeras economías del mundo, como China (73%) o Estados Unidos (59%).
ESTRÉS LABORAL
El estrés laboral se manifiesta sobre todo de dos formas: como adicción al trabajo (workaholic o trabajolismo) y el síndrome del quemado o de burnout.
La adicción al trabajo es frecuente entre colaboradores que muestran un compromiso desmedido a la organización, el padecimiento se incrementa con la tecnología. El workoholic suele desarrollar estrés, problemas familiares y personales, gastritis, colitis, problemas cardiovasculares e insomnio.
En el otro extremo está el Síndrome del quemado o burnout: el agotamiento físico, emocional y mental en el que las personas pierden interés por sus tareas, tienen una autoestima menoscabada y padecen profundas depresiones.