Irapuato, Guanajuato.- La procedencia de la deliciosa y aromática planta de la fresa se remonta al año de 1849 cuando desde Francia este cultivo fue importado a México y en 1852 traídas a Irapuato.
Fue Don Nicolás Tejada quien trajo a esta ciudad 24 plantas que fueron colocadas en un vivero al pie del bordo del río frente a la Morera y Noria.
De acuerdo a Genaro Acosta en su libro Notas Tradicionales de Irapuato tomo 2 consultado en el Archivo Histórico, esas plantas se quedaron ahí sin cultivo hasta el año de 1858.
En ese mismo año una persona adquirió un plantío de fresas que llegarían a 30, por un “valor de oro” en ese tiempo. Se convirtió en la novedad del momento convirtiéndose en la primera nieve de fresa en la ciudad.
Las fresas como el nardo fueron dadas a conocer y teniendo un gran auge gracias a los señores Antonio Retana y D. Oscar Droege, un alemán horticultor que plantó la huerta de San Juan.
Aunque la gran explotación de la fresa y el nardo se dio hasta el año de 1880, tanto que Irapuato fue titulada la Capital Mundial de las Fresas.