Nueva York, EU.
Tal y como lo visualizara en su largometraje del 2004, Un día sin mexicanos, del director Sergio Arau, en el que a través de una comedia, plantea la desaparición de toda la población latina en el estado de California en Estados Unidos, esta premisa se convirtió en una realidad.
El movimiento, Un día sin inmigrantes, se llevó a cabo el jueves en diferentes ciudades de norteamérica, iniciativa que pretende demostrar al presidente Donald Trump, lo que ocurriría en el país de seguir adelante con su política migratoria.
Activistas lanzaron la invitación divulgada incluso a través de redes sociales, exhortando a que los inmigrantes no acudieran a trabajar, no abrir negocios, no comprar en tiendas ni comer en cadenas de restaurantes; se abstuvieran de enviar a los niños a la escuela y hasta no comprar gasolina. Y así sucedió.
Decenas de comercios, bares y negocios en de todo EU cerraron sus puertas, logrando una paralización masiva como protesta contra el actuar del mandatario estadounidense.
Grupos de derechos de los inmigrantes manifestaron su preocupación después de allanamientos federales, en que fueron arrestadas y deportadas más de 680 personas que se encontraban en el país en forma ilegal.
Restaurantes que a menudo dependen de personal compuesto por inmigrantes, cerraron durante el día en ciudades como Washington, Nueva York y Chicago.
“Realmente es para mostrar apoyo a nuestro personal y como equipo y familia”, comentó Eric Bromberg, uno de los propietarios de la cadena, Blue Ribbon.