¿Por qué el pensamiento crítico, emancipatorio, de larga tradición en la cultura occidental, en la práctica, no ha emancipado la sociedad?
¿Cómo responderemos como individuos y como sociedad a esta interrogante?
Boaventura de Souza Santos, destacado sociólogo portugués, en su obra “Descolonizar el saber, reinventar el poder”, dice que “vivimos en tiempos de preguntas fuertes y de respuestas débiles.
Las preguntas fuertes son las que se dirigen, más que a nuestras opciones de vida individual y colectiva, a nuestras raíces, a los fundamentos que crean el horizonte de posibilidades entre las cuales es posible elegir. Por ello, son preguntas que generan una perplejidad especial.
Las respuestas débiles son las que no consiguen reducir esa complejidad sino que, por el contrario la pueden aumentar.
Tal vez esa es la respuesta al ¿por qué, no obstante los esfuerzos culturales oficiales, el movimiento underground, alternativos a la cultura oficial, se vigoriza en tiempos como los que estamos viviendo en nuestro país?
Es frecuente creer que se puede administrar, suministrar y controlar la cultura, pero esto es una idea errónea, porque cuando hacen alusión a esas tres posibilidades y sus variantes, en realidad sólo se están refiriendo a la llamada cultura oficial o formal.
A diferencia de la cultura impulsada desde las esferas de gobierno en distintos ámbitos, hay movimientos culturales alternativos que, impulsados por artistas independientes y por el público, buscan expresiones que estén más allá de la consideración unidireccional de la expresión humana.
De manera muy clara y sintética, Frank Zappa, el compositor, guitarrista, cantante, productor discográfico y director de cine estadounidense, abordó así la cuestión que vengo tratando: “La cultura oficial sale a tu encuentro, pero al underground tienes que ir tú”.
En efecto, las instancias culturales de los distintos gobiernos tienen por objeto acercar la cultura a través de distintos mecanismos y propuestas, y un buen sector de la sociedad se queda con esa oferta cultural.
Sin embargo, pese a no contar con apoyo oficial, los movimientos culturales alternativos o underground son una importante opción para quienes buscan espacios críticos y mayor libertad en la expresión humana.
La respuesta a las interrogantes iniciales tienen que ver con la naturaleza compleja del hombre, es decir, el ser humano es tan diverso que necesita de vías multidireccionales para poder desarrollarse. Como su evolución está vinculada con la libertad, entonces, no le basta con las opciones mediadas y suministradas de la cultura formal, sino que tiene que ir a su búsqueda, a su descubrimiento y, de ser necesario, a su conformación.
Lo anterior es un punto ciego, en el mejor de los casos, para la cultura formal, pero en el fondo es una cuestión que confronta las relaciones injustas de poder que se establecen en un sistema de gobierno como el nuestro, porque a fin de cuentas la creatividad no puede ser acotada o conducida, pues se cancela la posibilidad de cambio y desarrollo de la sociedad, porque es parte de la transformación hacia lo hasta ahora desconocido.
Abel Pérez Rojas (@abelpr5) es doctor en Educación Permanente.
Dirige: Sabersinfin.com.