Restaurantes, gasolineras, oficinas, inclusive casetas de policías, al día de hoy son parte de las construcciones abandonadas entre las carreteras de Abasolo y Huanímaro, ya sea que estén en obra negra o ya terminadas, aunque en todo el Estado es sencillo ubicar la misma situación.
Esas construcciones se han convertido en hogar de personas en situación de calle, guanajuatenses que desde distintos puntos caminan por la orilla de la carretera hacia estos destinos para protegerse de cualquier cambio climático y usarlos como su casa.
Cabe mencionar que estos lugares se han convertido en un tiradero de basura, las yerbas han generado que se oculten los espacios, haciendo que pudieran ser considerados lugares inseguros para los habitantes que viven a su alrededor.