Un hombre que perdió a su familia, casa y negocios y que durante años defendió iracundo el extremismo de derecha en la televisión, Internet y ante quien lo escuchara, no medió ni una palabra cuando disparó contra personas dentro de un cine a oscuras. John Russel Houser, de 59 años, sufría trastornos mentales tan graves y violentos que hace años su ex esposa ocultó sus armas y obtuvo una orden judicial para mantenerlo alejado.
El jueves por la noche, Houser se levantó de su asiento cuando la película “Trainwreck” llevaba 20 minutos y abrió fuego con una pistola semiautomática contra otros asistentes a la función. Tres personas murieron, incluido él que se suicidó en el cine, y nueve más resultaron heridas.
El atacante sólo había estado en Louisiana desde principios de julio y permaneció en la habitación del Motel 6 en la que había pelucas y disfraces en el piso de manera desordenada. Su único vínculo con Lafayette era un tío que falleció hace tres décadas en la ciudad.
El coronel de la policía estatal Michael Edmonson, después de que funcionarios de alto rango revisaran el interior del cine, declaró: “La escena era horrible ahí dentro: la sangre en el piso, hoyos en los asientos (que mostraban la trayectoria de las balas), el olor”.
El gobernador de Louisiana, Bobby Jindal, dijo: “Se tomó su tiempo y metódicamente escogió a sus víctimas”. Y agregó consternado: “Una de las víctimas heridas que sobrevivió se hizo pasar por muerta para conservar la vida”.
Houser intentó huir mezclándose entre la multitud que corría después de que una de sus víctimas activara una alarma anti incendios y centenares salieran del complejo. Pero regresó cuando los agentes de policía se aproximaban, volvió a cargar su arma y la disparó contra la multitud antes de suicidarse de un solo tiro dentro del lugar, dijo la policía.
“Esta es una acción sin sentido y trágica”, declaró el jefe de la policía de Lafayette, Jim Craft. “¿Por qué alguien viene aquí y hace algo como esto?”. Los investigadores recuperaron diarios de Houser y estudian sus mensajes difundidos en Internet para reconstruir sus movimientos e identificar algún motivo.
Craft dijo que Houser compró legalmente el año pasado su arma en una tienda especializada en Phenix City, Alabama, y que había visitado el cine más de una vez, quizá para determinar “si había algún blanco fácil”.