¿Coincide tu vocación, con tu trabajo? Sorpresivamente me pregunto una amiga hace algunos días a la cual rápidamente y sin pensarlo dos veces conteste, –Sí- Aunque más tarde y analizándolo con más calma, yo misma puse en duda mi pronta aseveración, si bien me gusta mi trabajo y lo desempeño con mucho agrado, no creo que tenga tanto que ver con mi vocación y pues bueno ya estando inmersa en el tema y como toda fémina curiosa, comencé a hacerles esta misma pregunta a varias personas con las que convivo a diario y a decir verdad, no me sorprendí demasiado de sus respuestas, pues curiosamente fueron todas muy parecidas, la mayoría me contestaron que por diversas situaciones, (darles gusto a papá, mamá, ambos o no les quedo de otra) que después de tantos años ya ni al caso mencionar y mucho menos lamentarse, simplemente no pudieron dedicarse a lo que tanto anhelaban.
Después de andar indagando, desde luego que por purito gusto, obvia curiosidad y sin que nadie me lo pidiera, de pronto caí en cuenta; por eso hay muchas personas malhumoradas ocupando cargos, desempeñando labores y dando clases en las escuelas sin ganas y por puro compromiso o mejor dicho, por mera necesidad y eso se refleja claramente en el pobre desempeño de sus labores que aludiendo al tema nada tiene que ver con su vocación. Claro está que no es lo mismo en todos los casos pues también existen personas que aunque su oficio o profesión no es lo que esperaban de la vida lo realizan de la mejor manera, contentos y hasta sirven de ejemplo a los demás.
Mi intención al tocar este tema no es el de ofender a nadie, pues al contrario hago extensiva la invitación como siempre a rescatar lo bueno de cualquier situación y tirar lo malo a la basura.
No es necesario cambiar de empleo si podemos dejar que nuestra vocación surja a cada momento del día, si tienes vocación de servir regala unos minutos de tu tiempo a quien lo necesite, escucha y si puedes ayudar hazlo sin esperar nada a cambio, te aseguro que esto te llenara de alegría y satisfacción al sentirte útil; si tu vocación es educar, esfuérzate por inspirar a quienes te rodean a través de tus acciones y por supuesto se congruente con tus palabras.
Y para los Jóvenes que aún no deciden que estudiar, tomen en cuenta su vocación, recuerden que su futuro depende de las decisiones que tomen hoy, tienen ante ustedes todo un mundo de posibilidades y si además de esto cuentan con el apoyo de sus padres, valórenlo y no lo desaprovechen.
Y como dice mi sobrina Clau (futura maestra), ¡Que hagas lo que más te gusta y que además te paguen por hacerlo, es algo que no tiene precio!
Muy buenas reflexiones, espero siga aportando.