Tira de mí hasta rodearme entre sus brazos. El movimiento me toma por sorpresa y de pronto siento todo su cuerpo pegado al mío. Me recorre la nuca con los dedos, enrolla mi coleta en torno a su muñeca y tira suavemente para obligarme a levantar la cara.
Está mirándome.
De esta forma inicia el primer encuentro sexual entre Anastasia Steel y Christian Grey, personajes principales de la Trilogía Literaria “Cincuenta sombras de Grey” escrito por la inglesa E.L. James.
Un hombre y una mujer son atraídos por un extraño y perverso magnetismo sexual, increíble incluso para ellos; él un niño maltratado que es adoptado por una familia rica y al pasar de los años se convierte en un exitoso hombre de negocios y en el soltero más codiciado de todo Seattle; ella una joven estudiante de Literatura Inglesa, virgen, hermosa y sencilla sin más ambiciones en la vida que trabajar en una pequeña editorial, un día por simples movimientos de la vida se encuentran y surge entre ellos una historia de amor compleja, a causa de sus propios miedos.
Esta historia llegó a mis ojitos lectores a través de varias recomendaciones y al indagar un poco más sobre el fenómeno “Cincuenta sombras” me di cuenta que es más famosa de lo que esperaba en lo que al mundo de los Best Seller corresponde, trascendiendo como un título muy consumido en el mercado de la literatura, muchos lo han amado, otros cuantos lo han detestado; al final de la lectura (del primer libro) observo que existen muchas similitudes con la Saga de Crepúsculo… es todo lo que diré al respecto.
La obra carece totalmente de complejidades literarias, su lenguaje no es rebuscado, no se detiene en eternas descripciones y no utiliza muchos recursos retóricos; parece que el reto más grande que tuvo la escritora (literariamente hablando) fue la búsqueda de sinónimos para excitación, la narración es continua sin saltos temporales escandalosos, sencillamente nos cuenta el día a día de esta sensual aventura, resultando todos esto, en una lectura fácil, sin contratiempos, rápida y con escasas reflexiones. Sin categorizarlo de bueno, malo, regular, correcto o incorrecto, algunos lectores agradecemos historias tan sencillas y tan llenas de emoción.
Christian Grey es el personaje masculino que todas queremos leer e imaginarnos, terriblemente guapo, asquerosamente rico, en extremo caballeroso y además afecto a las prácticas sexuales del sadomasoquismo, cuestión en la que tengo que detenerme un poco: esta obra literaria está catalogada como Literatura Erótica, y bien, debe serlo, los encuentros sexuales entre los protagonistas son numerosos y explícitamente narrados, pero creo que la utilización del recurso temático del sadomasoquismo no es más que un pretexto utilizado de manera muy soft para darle cierto aire de perversidad al perfecto caballero que describe la autora, cerrado en su corazón y sus sentimientos encuentra por fin la mujer que pondrá fin a su sufrimiento y a la búsqueda de la paz que da el amor. En lo personal y en mi archivo literario clasificaré este libro como: una historia de amor con vastos pasajes sexuales.
Si son afectos a las lecturas sencillas y románticas este título les va a gustar, se los recomiendo. Yo, por lo pronto, me imagino en un círculo de lectura con mujeres de variadas edades, enamoradas de Christian Grey y queriendo ser Anastasia Steel; suspirando al ideal de hombre que sólo en la ficción existe.
Por lo pronto he iniciado con el segundo libro, todo parece indicar que irá por el mismo camino, en breve les estaré comentando más impresiones sobre esta lectura.
Licenciada, muy atinada su crítica, mucha publicidad es lo que permite a un libro ser “más vendido”, pero no le agrega calidad.
Claro querida Jana, con el Marqués de Sade ni ápice de comparación, es una lectura muy ligera, sin ningún tipo de aportación literaria y en el aspecto erótico carece de toda novedad, al contrario se centra en la repetición y en la exageración, pero aún con todo esto resulta ser un libro que invita a la lectura, para las fans del romance y lectoras principiantes es una buena opción.
Pues me pareció interesante la crítica que hiciste, y que muestra lo que ya todos sabíamos es literatura erótica light para un grupo de gente que se dice “lectora”. Eso me hace ver que si se ha leído al Marqués de Sade, este librito no le llega ni a los talones, pero en esta era en que la pornografía esta a dos click de distancia, la gente dira porque no leer algo que nos haga ver interesantes.