Al ritmo de salsa “Chío” Cervantes bailaba
Mientras la huesuda al panteón la llevaba
Sin que a la alcaldesa por la mente le pasara
La muerte para ella su fin tramaba.
¡Ay no calaquita, no me lleves al panteón!
Mejor vamos a echarnos unos tragos de licor
Nada de eso mi querida alcaldesa, la hora te ha llegado
Mejor despídete del pueblo pues apenas tus funciones comienzan.
Espera huesudita no te pongas así
Mejor vente a mi casa y vamos a dormir
Me agarras cansada, te aceptaré la invitación
Date de santos que mi cansancio fue tu salvación.
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