Irapuato, Guanajuato.- Cesar Márquez Verdín, un defensa formado en las fuerzas básicas del Atlas, tiene aún mucho que dar en la cancha, ya no sólo como jugador, sino como entrenador, padre y amigo. El ex jugador profesional se prepara para seguir de frente.
El experimentado futbolista jugó en Primera División con los Panzas Verdes del León, para después sufrir el descenso con el cuadro leonés, donde defendió la playera esmeralda hasta el Apertura 2006, cuando pasó a los Tecolotes de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG) en la Primera División “A”.
Posteriormente arribaría a Tijuana para disputar 14 partidos con la casaca rojinegra, sumando 980 minutos en el terreno de juego, tiempo en el que consiguió cuatro goles a favor y apenas recibió dos tarjetas amarillas.
Cesar Márquez al frente del timonel azulgrana, regreso a Irapuato, donde la calidez de la ciudad lo ha arropado de una manera excelente al grado de que llegó para quedarse.
El ex jugador del Irapuato y ahora en la parte de formación, es una persona sencilla, con grandes cualidades que siempre se ha destacado por su forma de ser y de pensar; Cesar Márquez, no quita el renglón del cuaderno y la posibilidad de continuar aportando sus conocimientos.
¿Cómo empieza el sueño?
Empiezo a jugar a los 10 años, yo soy de Tepic Nayarit, llegó a la tercera división a los 16 años, ingrese a las files del Atlas en las fuerzas básicas, entrene muy poco o algo así y después me prestaron a Mérida, a los Venados de Yucatán, regreso a primera división, mi proceso fue muy acelerado, no tuve todo ese proceso que tiene todo un jugador.
¿En qué comenzaste a jugar?
Empecé de volante por derecha y también jugué mucho de contención, estando e Atlas, el entrenador que era encargado de las fuerzas básicas que era José Luis El Güero Real, el me hizo central, ya regresando cuando estaba en Atlas en primera división en las convocatorias de las selección sub 20 cuando el técnico, era José Luis Real, me metía de central aunque o jugaba de primera contención con Atlas, yo jugué en la sub 20 de central, estuve en Atlas tres años, pase por un proceso muy rápido; después llegó Ricardo Lavolpe, ese torneo me lastime y de ahí me prestaron a Leones Negros de la Universidad de Guadalajara, ahí estuve un torneo.
¿El cambio fue difícil?
Es complicado porque llevaba un proceso en primera división bastante bueno y se me cortó por la lesión y con la llegada de un buen técnico, con Ricardo Lavolpe no tuve la oportunidad que esperaba, de ahí jugué en el Paso Texas, una liga la elite se llama.
El regreso…
Regreso al Fútbol mexicano en el año 2000 y luego de ahí ya hasta hace dos años que me retire ya no para, estuve en el León 12 torneos, es un club al cual yo quiero mucho la afición es muy noble muy entregada.
¿Qué sigue después de La Fiera?
Después del León, salgo y voy a un torneo e Tecos, me invitó Carlos Reynoso, ahí tuve otra lesión que me costó parar dos meses, y posteriormente fui a Tijuana, después me invitó Gastón Obledo a Colima y luego llegó a Irapuato en el 2008, donde me fue bastante bien, a pesar de que no se consiguió el campeonato.
En el 2010 voy a Dorados de Culiacán y haya me retito, estuve de auxiliar técnico de Ricardo Rayas, estuve un año con él, la verdad una experiencia muy bien; estuvo en Irapuato, es un tipo que trabaja bastante bien, le agradezco la oportunidad que me dio por que ha sido el inicio de una carrera que me ha servido para tomar el equipo de La Trinca de Segunda División y ser auxiliar en la división de ascenso.
Irapuato “lo adopta”
Me gustó mucho la ciudad, lo más fácil, hubiera sido regresar a Tepic, regresar a Guadalajara, donde también conozco mucha gente, mi hija nació en Irapuato, tengo una escuela de fútbol en San Antonio de Ayala de niños.
Una de las causas también, fue por que la familia Martínez, en especial el arquitecto me invitó al equipo del Irapuato, tanto en la segunda división, estoy muy agradecido con el arquitecto y con Roberto, aparte de que la gente me ha tratado muy bien.
Hecha raíces
Estoy felizmente casado, con dos hijas, me gustaría seguir en el fútbol, con Ricardo Rayas y Medrano se seguir aprendiendo, de que tengo la capacidad de dirigir un equipo, tengo 38 años soy un chavalo todavía.