Calma en el Mogote: sin rastro de padres o cuidadores de los niños rescatados

Pide la FGE al alcalde no divulgar más datos sobre el tema

Plaza de San Francisco, acceso a el mogote

Por: Federico Velio Ortega Delgado.

Guanajuato, Gto.- Mañana soleada y ligeramente calurosa en el laberinto de callejones de El Mogote, la zona de donde rescataron a dos niños que estaban abandonados en una de sus casas.

El vecindario está en calma. Las personas saludan con amabilidad aun cuando el reportero es un desconocido. Altares y una capilla muestran que son gente de fe. De la historia de un niño de dos años y otro de cuatro abandonados en una casa del rumbo, sólo saben lo que se ha publicado: lloraron todo el día, el martes pasado, al anochecer llamaron a 911, llegó la policía, escucharon más llanto, tocaron y nadie abrió, forzaron la cerradura y los rescataron.

Ni siquiera ubican la casa. El barrio, perteneciente al rumbo de Pastita, está calmo, pero advierten que por las tardes ya no es tan seguro y por las noches ya es de riesgo.

Y no la ubican porque no se encuentra en la parte baja, que es la zona más popular, sino por el lado de la Panorámica, donde hay casas mejor construidas. Es una casa azul, dicen unos; es color claro, dicen otros. Lo cierto es que todo indica que los involucrados no son del callejón.

Las pláticas especulan sobre padres drogadictos y hasta ladrones de niños. Las fotos de una casa sucia y desordenada, publicadas por el presidente municipal, Alejandro Navarro, alimentan a la imaginación.

Sería la única posibilidad de allegarse de información, pues el presidente municipal, Alejandro Navarro Saldaña, manifestó que el caso está ya en manos de la Fiscalía General del Estado. La dependencia le solicitó no difundir más información sobre el hecho, “para no entorpecer las investigaciones”.

A pie de banqueta

Lugar viejo de historia ancestral

Mogote es, según el diccionario de la lengua española, “un montículo aislado, de forma cónica y rematado en punta roma, especialmente el que es visible desde el mar”. Acá no hay mar: deriva de Mo-o-ti (lugar de metales), en lengua chichimeca, supuestamente ézá´r (pame).

Ahora es El Mogote, callejón sui generis, convertido en un laberinto de casas, escaleras, bardas graffiteadas, mucho estiércol de perro y gente saludadora.

De los niños sólo saben que “están en el DIF” y uno tras otro, los vecinos sostienen que desconocer quienes son los padres o cuidadores de los menores.

Con vista hacia La bufa

Ni el gobierno municipal ni la policía preventiva tienen información oficial hasta ahora sobre el tema.

Mogote es un paisaje de casas diversas, desde las construidas con material de nuestra época a otras que tienen piedra volcánica rojiza. Más abajo está la plaza de San Francisco, donde está la entrada al callejón por el lado de Pastita. Al norte está la entrada por la carretera Panorámica.

Aunque debido a la matinal hora el callejón está casi solo, pasan los vendedores de garrafones con agua purificada, un panadero con su canasta, una joven estudiante, una señora que n o quiere salir en la foto, un joven que mira con curiosidad. Todos y todas dan los buenos días.

Paisaje de El mogote

Las mascotas toman el sol y reposan del desvelo de ladridos nocturnos.

Es tiempo de regresar a la Plaza de San Francisco, flanqueada por oficinas y casas que otrora fueran parte de una hacienda virreinal.

El descenso es por Pastita, el barrio donde está el Mogote. También es un nombre transformado: en su guerra contra los chichimecas, los otomíes pro mexicas le llamaron Paxtitlán (lugar de pastizales). Los purépechas llegaron después y le cambiaron a Quanashuato y los españoles le ajustaron a Guanajuato.

Mo-o-ti es historia, el Mogote es noticia.

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