Silao, Guanajuato.- La señora Patricia Ramírez mantiene en pie el negocio que inició con su abuela paterna hace más de 70 años en el municipio de Silao, pues “Birria el Tala” se ha convertido en una tradición, al interior del Mercado González Ortega.
“Todo empezó con mi abuela María, la mamá de mi papá, iniciaron cuando los negocios estaban en las casetitas y daban hacia afuera los locales. Cuando reacomodaron el mercado los acomodaron aquí dentro. Para ese tiempo ya lo siguió trabajando mi papá y mi mamá. El puesto original era el de aquí a lado, porque este era de “don Cuco”, y cuando murió, su hija Florencia lo trabajó un tiempo y ya luego nos traspasó este local”, y desde hace años, estamos aquí ubicados”, dijo Patricia Ramírez.
El apodo de “El Tala” fue otorgado al señor Pablo Ramírez por sus amigos.
“Pues a mi papá le gustaba mucho el baseball, y se iba con sus amigos, y en un partido así le empezaron a decir y así se le quedó y por eso se le puso así al negocio”, comentó la comerciante.
La necesidad de sacar a su familia adelante y el seguir con la tradición familiar, son los principales motivos para que la señora Patricia sigue con el legado de su familia.
“Obviamente las necesidades que cada persona tenemos, en mi caso, tengo a mis hijos estudiando y de aquí los he podido sacar adelante, más a parte, el seguir con la tradición de la familia, que esto no se acabe, fue la herencia de mis padres y por eso hemos salido adelante”, expresó.
Pese a que Birriería “El Tala” inicia sus labores algo tarde, el sabor y sazón que se ha ido traspasando de generación en generación ha hecho que se convierta en toda una tradición para los silaoenses.
“Yo me levanto a las 4 de la mañana a comenzarla a arreglar, y preparo mis salsas y todo. Por lo mismo sinceramente si llegó tarde, llego a las 10 de la mañana porque soy sola, y me voy yendo a las 4 o 5 de la tarde y bendito Dios la gente ya sabe que aquí estoy para atenderles”, argumentó Patricia.
Hace un año, fue uno de los momentos más difíciles por los que Birriería “El Tala” y la señora Patricia han tenido que afrontar.
“Hace un año estuvo muy difícil, no es que ahorita estemos muy bien, pero bendito Dios sacamos para comer y darle vuelta al negocio, el año pasado se enfermó mi hermana y murieron muchos compañeros del mercado de los grandes y pues también que teníamos las puertas cerradas, la gente no podía comer aquí y tuve que dejar de vender durante medio año, pero bendito Dios aquí seguimos”, expuso.
La señora Patricia recuerda con mucho cariño el tiempo que pasaba de su infancia en el mercado Gonzáles Ortega, siendo su infancia muy feliz al interior del mercado.
“Antes era bien bonito, había mucha comunicación entre los comerciantes, ahora ya no, el ambiente se ha vuelto muy pesado por problemas que han surgido entre nosotros mismos, y no hay una autoridad que ayude a arreglar estas cosas. Mi gusto de niña era venir a ayudarle a mis papás, porque había una lonchería que se llamaba COCOLA, y cuando hacía los mandados mi papá me daba una moneda y con esa me iba a comprar una torta, la preparaban muy bien y eso me encantaba, ya después el jugar con los vecinos era muy bonito”, señaló Patricia.
Finalmente, la señora Patricia mandó un mensaje a la ciudadanía de Silao que son sus clientes y que recuerdan a sus padres. Al igual, hizo una invitación a los ciudadanos de municipios vecinos para que los visiten.
“Estoy agradecida, que nos siguen acompañando y aquí seguimos esperándolos para atenderlos de lo mejor y a la gente de otras ciudades cuando gusten aquí también los esperamos”, finalizó Patricia Ramírez.
