Irapuato, Guanajuato.- Por su gran ubicación estratégica, en el centro del Bajío, Irapuato ha sido un gran detonante del desarrollo económico del estado, incluso a nivel nacional, por ello la importancia de la trascendencia que la región ha aportado a la música norteña mexicana, aunque oficialmente la historia de este género no lo considera.
Luis Omar Montaya Arias realizó un escrito titulado “Irapuato en la construcción histórica de la música norteña mexicana”, en el Boletín número 11, consultado en el Archivo Histórico de la Ciudad, en el cual argumenta como Irapuato y el Bajío son impulsores en la importancia de este tipo de música.
Es el Bajío la cuna de varias agrupaciones importantes que han marcado historia en la música como Los Astros del Bajío, Los Hermanos Vargas, Los Regionales del Bravo, Los Hermanos Banda de Salamanca, Los Hermanos Zermeño, Los Madrugadores del Bajío, Los Troqueros, Los Gorriones del Sur, Los Suspiros, Los Alcones del Valle y los Hermanos Quintero.
De hecho los duetos femeninos de música norteña mexicana que marcaron las décadas de 1950 y 1960 son de esta región como Las Norteñitas, Las Alteñitas del Bajío, Las Hermanas Arias de Carolina y Graciela Arias Navarro, Las Hermanas Arias de Pascuala y María Arias Cano, Las Jilguerillas, Las Hermanas Razo, Las Hermanas Padilla, y grupos sólo de mujeres como Las Adelitas de Silao, son del Bajío, refiere el autor.
Por ello, Luis Omar Montaya Arias pregunta ante la indiferencia de la historia oficial de esta música sobre los duetos femeninos nacidos en el Bajío: ¿La música norteña siempre giró sobre el machismo y el consumo del alcohol como hoy arguyen sus críticos?, ¿Será cierto que la mujer está fuera de la historia de la música norteña mexicana?.
Por el desarrollo económico que el Bajío ha tenido desde siglos pasados, el autor cita a Isabel Fernández Tejedo quien a su vez hace un recuento del fenómeno ocurrido en el Bajío durante el siglo XVIII, en el que detalla las actividades productivas que hicieron a la región, una de las más importantes para la economía nacional, además de realzar las instituciones económicas y culturales.
Fue en las haciendas y ranchos donde se asumió la identidad musical mexicana para el siglo XX: la ranchera. Además del desarrollo económico en el Bajío, el consumo de la música norteña está en los obreros que laboran en las empresas de los corredores industriales que lo atraviesan, señala.
“Es claro que el poderío económico que históricamente ha caracterizado al Bajío es, quizás, la razón más importante que explica la prominencia de estereotipos y símbolos propios de la región como los charros, la ranchera y los corridos en la construcción de la identidad nacional mexicana. Ese es un tema que ha sido estudiado profundamente por los historiadores Ricardo Pérez-Montfort y Álvaro Rocha. Fue precisamente la industrialización del siglo XIX, el factor que acrecentó el diálogo económico y cultural entre el Bajíoy el noreste mexicano, ciudades como Irapuato y Monterrey se hermanaron a través de una fundidora y una cigarrera, por ejemplo. Esas conexiones económicas son las que explican en gran medida, las aportaciones que el Bajío dio a la música norteña mexicana; que aunque norteña, tiene mucho de abajeña”, señala Luis Omar Montaya Arias.