Así vivían el viernes de dolores en 1941, en Irapuato
Una tradición que se resiste y cada año revive en los irapuatenses el fervor por la semana santa
Irapuato, Guanajuato.- En el año de 1941 ya se vivía la tradición del festejo del viernes de Dolores, en la ciudad de Irapuato.
En una crónica escrita por alguien que se hacia llamar “Acacia” narraba lo que sus sentidos percibían entre las calles de Irapuato en aquel viernes de dolores del año 1941.
La escritora comenta que en los altares puestos en conmemoración de la virgen María, se captaba en primera instancia los olores que iban desde el incienso hasta diferentes clases de especias, así mismo la vista captaba varias macetas adornadas con cintas de colores y con púas de colores brillantes como el sol.
También menciona la escritora, pues por el apodo suponemos que era ella, que en los altares suspendían de un hilo naranjas agrias que estaban clavadas de un palillo pintado de color dorado.
En el centro de los altares se encontraba la imagen de la virgen en una postura de dolor, envuelta en un manto color violeta, que simbolizaba el luto en el que se encontraba la mujer.
En el escrito se puede leer que en el patio de las casas se repartía agua de sabor, con semillas de chía en su interior, así mismo en el piso como una especie de alfombra los altares estaban adornados con ramas de manzanilla y mastronto.
La crónica continúa diciendo que esta tradición se llevaba a cabo primordialmente por las noches, y era una mezcla de colores, perfumes, sabores, música y oración que los irapuatenses de entonces disfrutaban con gran fervor.