Hay acciones que quedarán marcadas para siempre. Por lo regular un partido de futbol trae consigo emociones, euforia y hasta lágrimas. El que para muchos es denominado el deporte más hermoso del mundo volvió a dejar en claro por qué está catalogado así.
Este fin de semana el Estadio BBVA Bancomer fue testigo de un hecho sin precedentes en el futbol mexicano. Ya se hizo costumbre ver desfilar a los jugadores mientras se entona el himno de la Liga MX. Cuando se alinean, un niño o niña se acerca al árbitro central y los capitanes de cada club para decir la ya famosa frase “juega limpio, siente tu liga…”. Pero el del pasado sábado previo al Monterrey vs Lobos BUAP tuvo un toque especial.
La Jornada 6 del Torneo Clausura 2019 dejó una emotivo momento para enmarcar. Cuando los jugadores de Rayados y Licántropos saltaron al terreno de juego realizaron el protocolo ya mencionado anteriormente que exige la liga.
Y entonces el niño se acercó al árbitro central, Eduardo Galván Basulto y le dio el balón del juego. El acto posterior debió haber sido el discurso del pequeño, pero este se puso nervioso y lo olvidó por completo.
Ahí vino la parte a destacar. Al leer lo que tenía que decir, el niño se puso todavía más nervioso y se aferró a no querer hablar. Entonces, el silbante mexicano intentó animar en repetidas ocasiones al chico y con el apoyo de los jugadores por fin logró dejar atrás su miedo y el estadio le aplaudió su valentía.
El árbitro felicitó al niño con un “eso campeón” que seguro a más de uno hizo llorar o lo llevó hasta la emotividad.
Por primera vez en mucho tiempo tuvo sentido la frase “siente tu liga”. El silbante se llevó las palmas y el niño el cariño de la gente.
En ese partido, Monterrey le pasó por encima a Lobos BUAP con un 4-0 que dejó mal parada la escuadra de Francisco Palencia, que tuvo un inicio de torneo prometedor, pero con el paso de las jornadas se quedó rezagado en cuanto a desempeño dentro del terreno de juego.