Abasolo, Guanajuato.- Antonio Castañeda Vélez, de 77 años, se ha convertido en “el último bolero de Abasolo”, dedicando 15 años de su vida a este oficio. Sin embargo, menciono que la clientela ha disminuido considerablemente, ya que la mayoría de las personas optan por usar tenis en lugar de zapatos que requieran ser boleados.
Castañeda Vélez enfrenta varios desafíos en su labor diaria, siendo uno de ellos la dificultad para conseguir clientes y realizar boleadas de zapatos, afortunadamente mencionó que recibe el apoyo brindado por el presidente a los adultos mayores, lo cual le ayuda a mantenerse económicamente.
Los meses con mayores ventas son noviembre y diciembre, ya que en estas fechas llegan numerosos visitantes, principalmente de Estados Unidos, quienes vienen a reunirse con sus familias durante la temporada navideña.
Durante el resto del año, la situación económica es más variable. Aunque tiene esposa e hijo, el dinero que gana principalmente lo destina para él y su mujer. Debido a su avanzada edad, se traslada con una andadera desde su casa hasta su puesto de trabajo en la plaza principal de Abasolo, donde labora aproximadamente de 10 de la mañana a 3 de la tarde.
El proceso de boleado de zapatos implica enjabonar, pintar y aplicar brillo, y tiene un costo de 50 pesos.
A pesar de los desafíos y las circunstancias, Antonio Castañeda continúa desempeñando su oficio con esfuerzo.
