El pasado 8 de febrero, Angélica Rivera anunció que tomó la decisión de divorciarse del ex mandatario, Enrique Peña Nieto. Sin embargo aseguran que los nueve años que tuvieron de relación no fueron más que una farsa y que el político priista eligió a la ex primera dama a través de un catálogo que le fue presentado por una televisora.
La petición de divorcio de Angélica Rivera al expresidente mexicano Enrique Peña Nieto (2012-2018) pone el punto y final a una relación supuestamente idílica, pero colmada de rumores prácticamente desde su inicio.
Casados en noviembre de 2010, la boda tuvo una amplia cobertura mediática porque reunía al entonces gobernador del Estado de México y uno de los más fuertes aspirantes presidenciales del Partido Revolucionario Institucional (PRI), con Rivera, una popular actriz de telenovelas conocida como “La Gaviota” por el personaje que interpretó en “Destilando amor”.
Hubo 230 invitados, entre ellos algunos famosos y políticos, y los hijos que los contrayentes tuvieron con sus primeras parejas. Y sin ser exhuberante, el festín contó con delicias como foie gras, tártara de atún o jamón de jabugo, según reportaron medios en esa época.
Pese a la perfección que durante años emanó la pareja en la mayoría de eventos públicos, la sombra de la duda siempre los rodeó: ¿Era este un amor orquestado para encumbrar a Peña Nieto a la Presidencia de México?
El PRI recuperó el poder en 2012 con este prometedor candidato -que quedó viudo de su primera esposa en 2007 y tenía fama de mujeriego- con Rivera, que dejó la actuación durante la relación, acompañándolo en la mayoría de sus eventos.
No obstante, el mandatario terminó su Administración el 30 de noviembre de 2018 con una popularidad paupérrima y dejando al PRI en un frágil posición.
Eso sí, siempre con Rivera, con quien no tuvo hijos, aparentemente de su lado.
“Gracias a mi esposa Angélica por la compañía, la fortaleza y el apoyo permanente que incondicionalmente me ha dado. Muchas gracias, amor”, dijo Peña Nieto al rendir su último informe de Gobierno el pasado septiembre.
Desde el público, una siempre estupenda Angélica Rivera, acompañada de varias hijas, se mostró muy emocionada.
Días después, en el tradicional Grito de Independencia, también aparecieron los dos unidos y contentos, siendo la última comparecencia juntos durante el mandato.
Meses antes, por San Valentín de 2018, el mandatario subió a redes sociales una fotografía de ambos paseando bajo un paraguas: “Todos tenemos una amistad o un amor que celebrar. Te amo, Angélica”, escribió.
Este amor aparentemente ideal se dinamitó, definitivamente, esta semana.
Primero aparecieron unas imágenes de Peña Nieto con una modelo mexicana, Tania Ruiz, paseando por las calles de la capital española, Madrid, acompañados de más personas.
Después, la revista ¡HOLA! anunció el jueves en portada la separación de la pareja, citando fuentes muy cercanas.
Y 24 horas después, fue la propia Rivera quien informó de la “dolorosa” petición de divorcio en redes sociales.
“Era la crónica de un divorcio anunciado”, dijo este viernes a EFE la periodista Sanjuana Martínez, autora del libro “Soy La Dueña” (2016), una polémica biografía de Rivera que describía el ascenso y caída de la actriz de Televisa.
La futura directora de la agencia Notimex relató como, de acuerdo con sus investigaciones, Rivera fue propuesta por Televisa a Peña Nieto en un catálogo con otras celebridades para facilitar que escogiera esposa.
Ella era en ese momento la heroína del culebrón ‘Destilando amor”, indicó Martínez.
Durante años, ambos construyeron esta imagen idílica y Rivera, por su fama, dio a Peña Nieto “millones de votos” en los comicios a la Presidencia de 2012.
“Fue una estrategia absolutamente preparada para ofrecer a los mexicanos un cuento de hadas”, dijo la periodista, quien calificó a Peña Nieto de “farsante”.
Ahora, resta por ver qué hará esta expareja presidencial.
Especialmente “La Gaviota”, con un futuro claramente incierto tras ser, hace unos años, protagonista del escándalo de la Casa Blanca por un presunto conflicto de intereses por la compra de una vivienda a contratistas del Gobierno cuando Peña Nieto era gobernador.
En el comunicado de este viernes, en que Rivera anunció la petición de divorcio, afirmó que quiere “recuperar” su vida y su carrera profesional.
“No sé si pueda darle la vuelta a la carrera artística tras ser una de las mujeres más odiadas de México. Pasó de heroína a villana”, concluyó Martínez.