Por Redacción
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Brasil
Una pieza perfecta. Una obra de arte. Recepción de pecho, remate de volea. Gol. El gol que soñó Mario Götze durante toda su vida. Una anotación hermosa para que Alemania se convierta en tetracampeón del mundo al ganar 1-0 a Argentina en tiempo extra.
El joven futbolista teutón coronó un centro de André Schürrle, cuando el minuto 113 amenazaba con los tiros penales para definir al monarca de Brasil 2014. Las redes se movieron del lado alemán. En cielo del estadio Maracaná el grito de los europeos era de éxtasis, que pone fin a una sequía de 24 años sin alzar el máximo trofeo del futbol internacional.
Felicidad absoluta en la Mannschaft. El cetro alcanzado en las tierras brasileñas les permite culminar un proyecto para coronar el universo del futbol desde que Jürgen Klinsmann asumió las riendas de Alemania, para que su heredero, Joachim Löw cerrara ese proceso con una estrella más en la camiseta de su combinado nacional
Sufrimiento. Mucho de ambas selecciones. El encuentro terminó tenso. Alemania proponía el duelo con la posesión de balón, Argentina prefirió agazaparse para buscar el contragolpe.
Gonzalo Higuaín, Lionel Messi y Rodrígo Palacio tuvieron goles cantados. Los fallaron. Y la Albiceleste lo pagó con el subcampeonato del mundo.
Incluso, cuando La Pulga tuvo una última oportunidad. Mandó su tiro libre a las nubes. Messi no pudo llenar los botines de Maradona. Ni siquiera estuvo cerca del liderazgo que se le exigió.
Esas pifias, Alemania las aprovechó. Tuvo que venir su gol hasta la agonía. Mario Götze con una pieza artística, llevó a su país a la cumbre del tetracampeonato, que sólo han alcanzado Italia y Brasil en la historia de las Copas del Mundo.
Via | El Universal