Abner ya se encontraba muerto en el fondo de la alberca para cuando su maestra de español saltó al agua con el objetivo de salvarle la vida. Aunque los docentes sí intentaron reanimarlo, la versión de sus compañeros de clase señala que su amigo ya no respiraba cuando su cuerpo fue rescatado.
Al ver que se hundía, los menores de edad hicieron señas y pidieron a gritos ayuda a los profesores, quienes tardaron en responder. Abner, le jaló el pelo a una de sus amigas en un intento de mantenerse a flote, pero a pesar de que era un buen nadador, no pudo evitar su muerte.
Según la versión de los pequeños testigos, narrada a Lorena Álvarez, tía paterna de Abner y a sus padres, como prueba para esclarecer el caso, Abner no fue rescatado con vida de la superficie de la piscina tal y como el Colegio Williams lo sostiene.
“Mi sobrino sabía nadar perfectamente. Algunas clases antes se quejó, dijo que ya no quería asistir a la clase porque no se sentía seguro y es que los maestros los descuidaban, los dejaban pasar mucho rato solos en el agua”, aseguró.
Desde que Juan y Marlene dejaron al niño en la escuela, hasta que la defunción les fue notificada, pasaron más de dos horas. “¿Qué hicieron con el cuerpo de mi niño en ese tiempo? Si ellos no fueron los culpables, ¿qué esconden?”, declaró Juan, rompiendo en llanto frente a los medios de comunicación.
Aunque Abner sufría de un padecimiento cardiaco, su médico de cabecera lo revisaba cada mes y le autorizó realizar actividades físicas con normalidad. “Nos quieren decir que se murió de un infarto, cuando nosotros les entregamos todos los días a mi niño sano”, insistió su papá.
Pese a los intentos del colegio por defender su versión de los hechos, la necropsia determinó que la causa de muerte del niño es asfixia por sumersión, factor que confirma a los familiares de Abner la historia de los testigos.
Padres de familia de los compañeros de Abner, informaron que, en tanto no se esclarezcan los hechos, impedirán que sus hijos acudan a la escuela o que el colegio opere de forma regular, pues anteriormente habían comentado en sus hogares que tenían miedo de acudir a la clase de natación ante la falta de cuidados de los docentes.