Por Salvador Martínez.
Magdiel y Noé Luna son un par de hermanos que abandonaron Honduras, su país de origen, con el objetivo de llegar al sueño americano para poder brindar a su familia una vida digna, libre de carencias.
Pese a estar conscientes del riesgo y los peligros que el camino tiene para ellos, ninguno de ellos está dispuesto a rendirse o volver a casa con los bolsillos vacíos.
Tanto Noé como Magdiel se sienten obligados a migrar por las condiciones socioeconómicas de su país y los grupos criminales que ahí operan, ya qué no les permiten dar a su familia el patrimonio que se realmente se merecen.
“¿Usted sabe cómo es Honduras? No gana uno nada o de lo que gana, la mitad es para los de la mara y la otra mitad uno la usa para comer y no da abasto”, comentó Magdiel Luna Luna, migrante.
Por ahora ambos migrantes sobreviven de la venta de artesanías, realizadas con el tallo de plantas y vegetación del entorno, además del apoyo que los irapuatenses les han otorgado de buena fe.
Aunque están agradecidos de la hospitalidad de los ciudadanos de Irapuato, para ambos hermanos, la meta no cambia y así tengan que pasar meses enteros están seguros de que lograrán cruzar a los Estados Unidos.