Irapuato, Guanajuato. – Gustavo González, a sus 44 años de edad es un trovador dedicado a sacar adelante a su familia a pesar de su discapacidad.
Originario de Morelia, pero irapuatense por adopción, Gustavo ha vivido alegrías y tristezas a lo largo de su vida.
A su corta edad Gustavo tuvo que afrontar un cambio radical cuando perdió su vista derivada a un desprendimiento de retina causado por una caída de un columpio.
Para Gustavo, la pérdida de su vista no fue impedimento para realizar sus actividades con “normalidad” ya que a sus 12 años tocaba en una banda en Morelia, en donde empezó su amor por la música.
“Llevo ya 22 años en Irapuato, 15 años trabajando en los camiones y 6 años trabajando en una congeladora”, externó.
El musico mencionó que su discapacidad nunca ha sido una limitante, siempre ha buscado alternativas para salir adelante.
“Yo no me considero discapacitado al contrario para mi esa palabra no existe ya que el que quiere salir adelante lucha por hacerlo”, mencionó.
Gustavo ingresó a un grupo de invidentes en donde conoció a su esposa, Juana María Ramírez y han creado juntos una hermosa historia de amor.
“Ahora sí que nos enamoramos a primer oído ya que ambos somos invidentes y la conquiste cantándole”, dijo entre risas.
Gustavo es orgulloso padre de dos hijos Angelica González Ramírez y Eduardo González Ramírez por los cuales sale cada día a trabajar y llevar el sustento a la casa.
“No deben de dejarse caer por cualquiera que sea su problema el querer es poder y todos podemos salir adelante”, finalizó.