Cuerámaro, Guanajuato.- Luis Landeros Urrutia, a sus 67 años, es un orgulloso padre de seis hijos a quienes señaló que quiere mucho. Sus hijos, Juan Luis, Javier, Claudia, Laura, Christopher y Estefany, ocupan un lugar muy importante en su vida. Además, Luis considera a Juan José y abril, aunque no sean sus hijos biológicos, como parte integral de su familia, sintiendo un cariño muy grande por ellos.
Para Luis, la mayor alegría de ser padre ha sido presenciar el nacimiento de sus hijos, ver cómo crecen y acompañarlos en cada logro y derrota. “Todos mis hijos han sido valientes, y gracias a Dios, ninguno se ha desviado por el mal camino. Todos son buenas personas”, afirmó.
Luis reconoce que una de las cosas más difíciles que ha experimentado con cada uno de ellos son los cambios, la adolescencia y las diferentes etapas de adaptación. “Nadie nos enseña a ser padres. Considero que tengo un carácter tranquilo y trato de evitar problemas con ellos. Son las madres de mis hijos quienes tienen un carácter fuerte. Si alguna vez tengo que regañarlos enérgicamente, lo hago para frenarlos y corregir su comportamiento”, explicó.
En la actualidad, Luis disfruta de la compañía de sus 20 nietos y 2 bisnietos. Él menciona que ya ha pasado el momento de educar a sus hijos y ahora se dedica a consentir a los hijos de sus hijos.
Luis, recuerda los momentos inolvidables que vivió junto a sus hijos, como cuando les enseñó a andar en bicicleta y a montar burros. “Recuerdo cuando los subía a la montaña, solo les volaban los cabellos mientras pedaleaban en la bicicleta. También cuando los montaba en burros, veía la felicidad en sus rostros”, relató.
“Cuando veo a mis hijos en la actualidad, siento un gran orgullo al ver que todos están prosperando, que les va a toda madre y que han logrado estabilidad en sus vidas”, expresó.
Finalmente, Luis concluyó destacando la importancia de ser fuerte como padre en ciertos momentos, pero también de ser un amigo cercano, sin dejar de lado la autoridad, para mantener la confianza con sus hijos.