Después de la guerra de publicaciones, opiniones y críticas sobre los errores contenidos en los libros de texto gratuitos, la Secretaria de Educación Pública (SEP) realiza varios comunicados en los que reconoce que es mejor decirlo que callarlo e inclusive le aúna los errores ortográficos que existen en los murales de la propia Secretaria. Lo anterior pudiera parecer un gesto de buena fe y de acercamiento a los docentes en servicio, pero el que recalquen tanto el hecho despierta sospechas como las que a continuación se mencionan.
Mientras el fenómeno mediático sobre los libros de texto ocurría, paralelamente la SEP modificó la estructura orgánica de la Administración Federal de Servicios Educativos del Distrito Federal (AFSEDF) en la que desaparece la Dirección General de Educación Física (DGEF), medida en la que pudiéramos o no estar de acuerdo, pero para el caso que nos ocupa, esta reorganización paso velada, casi desapercibida por los docentes que vivimos fuera del Distrito Federal y en cierto sentido “ajena” a la realidad áulica por el tipo de atención que brinda este subsistema. Pero, hay un dicho que versa que, cuando veas las barbas del vecino cortar, pon las tuyas a remojar, lo que en cierta medida es motivo de preocupación para los subsistemas minoritarios como Educación especial, USAER, CAM, entre otros.
Ahora bien, también se da el hecho de que la SEP clasifica como reservada la información relativa a la evaluación universal de los maestros argumentando el cuidado a la integridad y seguridad de los docentes así como el evitar posibles disturbios o manifestaciones violentas, cosa que aparte de parecer ridícula suena a distractor político, puesto que la evaluación no contiene datos referentes a salario, domicilio, etc. Solo identifica los niveles de prioridad y atención necesaria a los docentes evaluados, sin embargo en las Secretarias estatales basta un clic para que esté al alcance información sobre plantillas de personal, ubicación del maestro en centro de trabajo domiciliado, entre otras “transparencias” administrativas que sí ponen en riesgo la integridad del magisterio.
Por si no fuese suficiente en este mismo lapso de tiempo en Michoacán se eliminan las plazas automáticas para docentes normalistas, en Oaxaca se garantiza trabajo a los egresados de sus normales y se reaviva con esto el debate entre la CNTE y el SNTE por tener más agremiados. También comienza la organización del ciclo escolar con el cuerpo de directivos en la sesiones del Consejo técnico en las que comienzan a leerse – entre líneas- lo que será la autonomía de gestión, es por ello que, estas verdades a medias en las que parece que todo pasa de forma aislada, comienzan a dibujar un horizonte para que sea de nueva cuenta el tema educativo el que sirva de cortina de humo mientras la Reforma Energética comienza a corporizarse.