Cuerámaro, Guanajuato.- Después de trasladarse de Abasolo a Cuerámaro, para brindar a su familia una vida mejor, Pedro Gallardo Abandonó un trabajo con horarios establecidos y se convirtió en su propio jefe, emprendiendo un negocio de venta de carnitas denominado “Carnitas Alejandrina”, en honor a su hija, establecimiento que ya lleva 23 años en funcionamiento.
Pedro Gallardo de 64 años de edad originario de la comunidad Buenavista de Vega perteneciente al municipio de Abasolo, lleva la mayor parte de su vida radicando en el municipio vecino, Cuerámaro.
Para Pedro, los primeros meses fueron difíciles, ya que tuvo que ganarse la clientela y darse a conocer, pero perseveró y logró establecerse.
El abasolense dijo que lo mejor de ser comerciante es tener ingresos diarios, aunque sean modestos, y disfrutar de una vida tranquila mientras conoce a la gente que con el paso de los años se convierten en grandes amigos.
Tragedia y superación
La vida de Pedro ha estado marcada por una tragedia devastadora, pues en 2005 perdió a su hija Selene Alejandrina, quien lamentablemente se encontraba en el lugar equivocado en el momento de un tiroteo a los 28 años de edad.
A lo largo de los últimos 15 años, Pedro también ha enfrentado la pérdida de sus padres y su esposa, pero ha logrado superar sus muertes con el amor y cariño de sus hijos y nietos.
A pesar de las adversidades, Pedro continúa en pie, trabajando todos los días en su negocio, ofreciendo calidad y sabor a sus clientes, además agradece profundamente el apoyo, la amistad y el cariño que los cueramarenses le ha brindado a lo largo de los años.
