Manuel Doblado, Guanajuato.- En las calles del municipio de Manuel Doblado, un vendedor de raspados de 78 años llamado Tomás Moreno es un “ejemplo” de perseverancia y dedicación. Con aproximadamente más de 25 años de experiencia en el oficio.
La historia de Tomás Moreno comenzó hace más de dos décadas cuando, en un momento de necesidad, decidió emprender esta actividad como una fuente de ingresos para su familia. Ante la falta de oportunidades de empleo, tomó la iniciativa y comenzó a vender raspados, una labor que ha mantenido con honor y dedicación desde entonces.
“Empecé a vender raspados porque tenía que hacer algo para mantener a mi familia”, compartió Tomás. “No encontraba trabajo en ningún lado, así que decidí probar suerte con esto”. Sus esfuerzos no solo le brindaron una forma de subsistencia, sino que también le permitieron mantener a sus tres hijos.
El día de Tomás comienza a la 1 de la tarde y concluye su jornada a las 5 de la tarde, su motivación es clara y poderosa, dijo que son sus hijos, quienes son su razón de ser y el motor que lo impulsa a levantarse cada día.
Lamentablemente Tomás perdió a su esposa, pero tiene contacto constante con sus 3 hijos quienes también lo frecuentan mucho, manteniendo su espíritu firme y el corazón lleno de amor y determinación.