Abasolo, Guanajuato.- El día que ocurrió el accidente, Esteban y Alejandro habían compartido todo el día junto como usualmente lo hacían, incluso dentro de las pláticas con sus amigos, Alejandro había comentado “siempre vamos andar juntos”, pues era un orgullo compartir cada momento entre padre e hijo.
Esteban “n” de 10 años, horas antes estaba echándoles porras a su papá Alejandro en un juego de fútbol entre Protección Civil y Tránsito de Abasolo. Por la noche, ambos perdieron la vida en un accidente, tras chocar el vehículo en el que viajaban, contra un tren.
Estaban, es el nombre que Notus decidió abordar para cuidar la identidad de un pequeño que junto a su papá dejaron de vivir. El padre de Esteban era un hombre bastante conocido en Abasolo, porque su oficio era de cuetero.
Alejandro era un hombre amable, sonriente de esos que les gusta hacer amigos y que por su simpatía era bien recibido no sólo por los Delfines de Abasolo, donde estaba a cargo de lanzar los cuetes al momento de que el equipo de sus amores pudiera anotar un gol.
El día del percance, los hechos ocurrieron a las 9:00 de la noche a la altura de comunidad Estación Corralejo, en Pénjamo; ambos regresaban a su domicilio en Abasolo a bordo de su automóvil de la marca Toyota tipo Yaris gris, sin embargo, por el tipo de accidente, perdieron la vida de manera instantánea.