Sharp anunció que venderá su planta de fabricación de televisores en México y licenciará su marca en las Américas a la firma china Hisense Group, que pagaría 23.7 millones de dólares por el negocio.
En un comunicado aparte, la firma china dijo que tomará el control de la planta ubicada en Tijuana y que ha conseguido el derecho de utilizar el nombre de Sharp en toda América, a excepción de Brasil.
Asimismo, Hisense dijo que la adquisición le aportará 2 mil millones de dólares a sus ingresos y afirmó que México es un país clave para su negocio.
“Este acuerdo va a permitir que la alianza estratégica entre Hisense-Sharp ofrezca al consumidor mexicano una gran variedad en tecnología y tamaños de pantallas, ya que, la japonesa cuenta en la actualidad con pantallas que superan las 90 pulgadas lo que nos permitirá mejorar nuestro portafolio de productos en este ramo, esto sin mencionar el desarrollo de la tecnología 4K que ofrecemos en el mercado”, dijo el CEO de Hisense México.
Sharp ha mantenido una fuerte lucha por mantenerse a la vanguardia en innovación frente a competidores asiáticos. En el trimestre abril-junio reportó una pérdida trimestral peor a la esperada, con débiles ventas de pantallas para teléfonos inteligentes.
La firma nipona buscó en mayo un financiamiento, por segunda vez en tres años, por mil 900 millones de dólares, para lo que se comprometió a recortar 5 mil empleos, el 10 por ciento del personal.
“Sharp no ha sido capaz de adaptarse plenamente a la intensificación de la competencia del mercado, lo que llevó a ganancias significativamente más bajas en comparación con las proyecciones iniciales para el año fiscal anterior, y ha estado sufriendo de mala evolución de los resultados”, dijo Sharp en un comunicado explicando la del negocio de TV.
