
Por Jazmín Padilla.
El agua es uno de los recursos más importantes para cualquier forma de vida en la Tierra. En todos los ecosistemas, este valioso líquido determina el ritmo del ciclo de vida de las especies que lo integran. Sin embargo, debido al cambio climático y la explotación insostenible de los recursos hídricos se compromete la disposición del agua, siendo los sectores más vulnerables los ecosistemas naturales y las poblaciones humanas con menor acceso a infraestructuras hídricas.
El estado de Guanajuato destaca a nivel nacional e internacional por dos actividades principales, el establecimiento de industrias del sector automotriz y el sector agrícola. Ambos sectores requieren una alta demanda de sistemas hídricos.
A través de normativas y programas, las autoridades estatales han implementado el establecimiento de plantas de tratamiento de aguas residuales para garantizar ciertos parámetros de contaminantes en las descargas de aguas. Asimismo, cada día son más los agricultores que migran de un riego de surco inundado a un sistema de riego por goteo, lo que optimiza el uso de los recursos.
Sin embargo, el estado también ha sido escenario de desastres hídricos. En 2022, la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) identificó 26 puntos de alta contaminación en los ríos Turbio, Lerma y Temascatio en el trayecto correspondiente al Corredor Industrial.
Salamanca, León e Irapuato son los municipios con mayor contaminación por el trazo de las zonas industrializadas que presentan. A pesar de lo anterior, de acuerdo al Diagnóstico con base en los indicadores y semáforo de la Calidad de Agua, Guanajuato no se encuentra dentro del listado de estados críticos o con altos niveles de contaminación en sus cuencas de agua.
Es necesario reforzar acciones colectivas para el monitoreo de los cuerpos de agua en el estado de Guanajuato, ya que, debido a la baja precipitación pluvial característica de los últimos años, la mayoría de ríos y arroyos permanecen en niveles bajos convirtiéndose en basureros temporales o zonas de descargas de residuos no controladas.
El problema resalta cuando en temporadas de lluvias, los contaminantes son arrastrados con las corrientes de agua o absorbidos, contaminando también cuerpos freáticos.
Con el objetivo de generar conciencia en las sociedades a través de políticas públicas sostenibles aplicables a todos los niveles sociales, surgen iniciativas lideradas por la ONU como el día mundial del medio ambiente, el día internacional del agua y la semana mundial del agua; de tal manera que se garantice un acceso universal y equitativo, además de mejorar la calidad de líquido potable a nivel global.
Se estima que alrededor del 40% de la población mundial se ve afectada por escases de agua potable. A esta realidad, se añaden otras desalentadoras estadísticas; por ejemplo, se estima que, a nivel mundial, cerca de 1000 niños a diario perecen enfermedades diarreicas asociadas a la falta de higiene en el consumo de agua. Los problemas hídricos se agravan porque más del 80% de las aguas residuales resultantes de actividades humanas e industriales se vierten en los ríos o el mar sin ningún tratamiento, lo que provoca su contaminación y por ende la inaccesibilidad al agua de calidad. Se agrega el hecho de que aproximadamente el 70% de todas las aguas extraídas de los ríos, lagos y acuíferos se utilizan para el riego.
Este año, la Semana Mundial del Agua se celebra del 24 al 28 de agosto con el tema “Agua para la acción climática”. La Semana será marcada por la participación de cientos de organizaciones que impulsarán un cambio positivo mediante el desarrollo de capacidades y el intercambio de conocimientos.
Para algunos, puede parecer lejano este problema o increíble, puesto que varios sectores tienen acceso al uso ilimitado de recursos hídricos. Lavar con manguera el auto, mantener llaves abiertas, no reciclar el agua de la lavadora, mantener pasto en áreas grandes, uso de piscinas, son algunas de las acciones que se pueden evitar para contribuir con el uso sustentable del agua.
En la Semana Mundial del Agua, se exhorta a la población en concientizar sobre el uso de agua potable. Recordar que pequeños cambios en millones de personas suman grandes resultados.
