Salamanca, Guanajuato.- “Te traes tu diablito o una mesa con tu mercancía, buscas un lugarcito y ya fregaste, todos los comerciantes semifijos ya se extendieron un metro de la banqueta hacia la calle y al lado ponen su camioneta” dijo Gerardo “N”, comerciante irregular del mercado Tomasa Esteves.
De acuerdo con Gerardo, quien lleva 7 años vendiendo pollo en este mercado de Salamanca, son tres asociaciones irregulares las que están instaladas alrededor del inmueble, siendo dos comitivas llamadas “2 de Octubre” quienes cuentan con aproximadamente 70 vendedores cada una y la asociación “UCOPI” quienes la integran 30 comerciantes irregulares.
Estas personas que trabajan de manera informal por fuera del Tomasa Esteves, se adueñaron de gran parte de las calles que rodean la zona, generando un caos vehicular, debido a la falta de estacionamiento por los puestos que ocupan la mitad de la calle, incomodando a los clientes que acuden a hacer sus compras, quejándose por la falta de estacionamiento.
“Cuando vengo a hacer mi mandado, mi esposo se queda en el carro dando vueltas y vueltas mientras yo compro las cosas, porque nunca hay donde estacionarse” dijo la señora Rosalba quien acude al mercado una vez por semana.
Por su parte, el vendedor de pollo dijo: “Ya todos los comerciantes semifijos nos extendimos, antes solamente tenías permitido ocupar la banqueta porque seguido venía fiscalización y nos quitaba, ahora ya nos apoderamos de media calle porque nadie nos dice nada”.
Gerardo, agregó que todas las personas tienen necesidad de trabajar y buscar la forma de salir adelante, razón por la que él cree que en estos años el comercio irregular incrementó, debido a la falta de empleo y el no tener dinero para rentar un local.
