Irapuato, Guanajuato.- Inclusive los huesos han sido robados, sus vestimentas y principalmente los objetos de valor con los que fueron enterrados, así es como se pueden observar la mayoría de las tumbas ubicadas en el panteón de El Zangarro; la comunidad que aparece cuando el nivel del agua de la presa la Purísima, disminuye.
Lo que alguna ocasión fue un lugar habitable, pasó a ser un espacio que en tiempos de sequía vuelva a renacer, aunque para algunos no forma parte de los vestigios pasados, sino es un área de saqueo y lo que pudiera considerarse como sacrilegio.
A unos 50 metros de la estructura del templo hundido de la Virgen de los Dolores se encuentra el viejo panteón, con algunos de los letreros que han sido sepultadas en este lugar, pero prácticamente todo destruido, todo “ultrajado” y con evidencias del hurto.
Los huesos se observan en sus orillas, los hoyos realizados alrededor, son inminentes y todo lo que un día pudiera considerarse como sagrado, ha sido “violado”; en este lugar y de manera constante se observan a buscadores de tesoros que en su afán de llevar algo, hasta los cráneos se han llevado.