Por J. David Villanueva R.
Irapuato, Guanajuato
A pesar de la amenaza de lluvias, algunos fieles salieron a las calles para ver el paso de las imágenes peregrinas, que encabezaron el Rosario Viviente en la Plaza de Toros Revolución de Irapuato, el pasado 31 de octubre.
Al frente el Señor del Hospital de Salamanca, Nuestra Señora de la Soledad de Irapuato, y San Bernabé de Jesús de Valtierrilla, fueron las imágenes religiosas que partieron desde el Puente de Guadalupe al encuentro diocesano con más de 2 mil personas que recibieron con cantos, y porras a la comitiva.
El Vicario General de la Diócesis de Irapuato, Monseñor José Gerardo Velázquez Solís, presidió e inició el rezo del Santo Rosario e invitó a los fieles a practicar diariamente esta forma de oración en los hogares, pues es eficaz contra las asechanzas del maligno, y ante cualquier peligro o dificultad.
El clérigo recordó que la “familia que reza unida, permanece unida”; el evento se desarrolló en un ambiente de oración, de paz espiritual y al unísono de los padres nuestros y las aves marías, se rezaron los misterios gozosos. A través de una cadena gigante identificada por medio de globos de colores e iluminando misterio a misterio, se completó la oración a la Virgen María.
Al iniciar cada misterio, las parroquias participantes montaron una representación mariana de la advocación correspondiente, luego reflexionaban el misterio y daban el testimonio y la historia breve de su parroquia.
En las letanías los fieles encendieron las velas, dando un toque luminoso a la plaza. Los papás y mamás pasaban las velas a sus hijos y les ayudaban a rezar.
Piden una marcha para el siguiente Rosario
A los fieles que fueron testigos del paso de las imágenes peregrinas, pidieron que esta iniciativa no se pierda, pero que salgan de un lugar cercano y céntrico como la Catedral, y acompañado de los participantes al Santo Rosario, recorran las calles a pie hasta llegar a la Plaza de Toros o al lugar donde se va a realizar.
Juan Pérez Hernández, vecino de la Parroquia de Alma Mater, de Irapuato, señaló que sería una gran muestra de fe que así sucediera. Pero no solo al inicio, sino al final.
Hay personas que por su avanzada edad o su enfermedad, no pueden asistir al rezo, entonces sería conveniente que a su paso al menos pudieran venerar las imágenes, explicó Juan.