Quito, Ecuador.
Tres personas fueron rescatadas el lunes en la ciudad ecuatoriana de Manta después de permanecer más de 32 horas atrapadas entre el techo y el piso de un centro comercial que se desplomó tras un potente sismo de magnitud 7.8.
El rescate fue obra de los bomberos de Quito, que hicieron cortes tanto en la pared como en la trama metálica que soportaba la construcción.
A través de un triángulo de unos 70 centímetros por lado extrajeron a una mujer que salió de cabeza. Los rescatistas aplaudían mientras ella lucía desorientada, cubierta de polvo y se quejaba de sus heridas.
Más tarde lograron sacar a otra mujer con su rostro contraído por el dolor y finalmente a un hombre joven. Los tres fueron trasladados de inmediato a hospitales cercanos.
El director del servicio de emergencias de Quito, Christian Rivera, dijo que “depende de la situación, pero una persona sin heridas puede sobrevivir hasta siete días en medio de los escombros. Luego de eso el proceso de deterioro es muy rápido hasta llegar al desmayo y el trabajo de los rescatistas se vuelve muy difícil”.
Añadió que “nuestros rescatistas han podido constatar que en Pedernales y en Jama hay gente bajo los escombros, están haciendo todo los posible para buscar sacarlos con vida”.
De a poco se han incorporado a las tareas de rescate alrededor de 450 rescatistas provenientes del exterior.
La noche del sábado un poderoso terremoto sacudió la costa central de Ecuador. El sismo de 7.8 de magnitud fue el más fuerte registrado en Ecuador desde 1979 y tuvo lugar en zonas escasamente pobladas compuestas por puertos de pescadores y playas turísticas a 170 kilómetros de Quito.
El ministro de Seguridad César Navas informó que “tenemos lamentablemente que informar que tenemos 350 personas fallecidas”.
Casi todas las poblaciones de la provincia de Manabí, Guayaquil, la capital y otras ciudades importantes han sido afectadas, pero las que más destrucción registran son Pedernales, Portoviejo y Manta, en la Costa Pacífica.
En Pedernales, la mayor parte de las construcciones colapsaron y apenas dos o tres edificios quedaron en pie. Los afectados han convertido al estadio de fútbol en zona de atención hospitalaria y de refugio de cientos de personas.
El presidente Rafael Correa inició el lunes sus labores con un sobrevuelo sobre las zonas más golpeadas por el sismo del sábado.