Irapuato, Guanajuato.- Cuando Edith Martínez y su familia fueron a habitar un departamento en la colonia “Nogalia” en Irapuato, jamás se imaginaban lo que estaba por ocurrirles, un ratón volador se pareció en repetidas ocasiones por toda la vivienda.
Todo comenzó, cuando una vez, la hija pequeña de Edith, Victoria, le dijo que había visto volar en su cuarto a una criatura que jamás había visto; la madre pensó que se trataba de un sueño y no dio importancia a lo que le contaba la pequeña.
Días después le niña le volvió a decir a su mamá que, en su cuarto, se aparece en las noches una criatura pequeña que vuela por el cuarto, esta vez Edith le pidió a la niña que le describiera como era la criatura, “es como un ratón con alas” le dijo la niña.
El departamento a partir de entonces se llenó de una vibra no muy agradable, afirmó Edith “no me agradaba estar a solas en la vivienda, siempre esperaba a que mi marido llegara del trabajo para entrar juntos, y lo esperaba en los tacos de la esquina”.
En una ocasión Edith y Victoria se quedaron solas en el departamento, ambas trabajaban en la mesa del comedor, ya estaba obscureciendo, era octubre, y la penumbra se apoderaba lentamente del espacio; la niña lanzó un grito inesperado diciendo “mira mami ahí esta el ratón” y con su dedo señalaba por donde volaba la criatura.
Edith dijo que seguía con la mirada a donde apuntaba su hija, pero no observaba nada, sin embargo, en las cortinas, cuando la niña apuntaba hacia ahí, se veía como la tela se fruncía como si un animal se sostuviera con sus garras, y en cuanto la niña apuntaba a otro lugar la tela recobraba su forma natural.
La madre espantada de lo que acontecía en su casa le dijo a Victoria: “dile al ratón volador que no lo quieres, que se vaya, que aquí no es su casa”, la pequeña obedeció y repitió las palabras que la madre le había dicho, inmediatamente después, se sintió un aire que sopló en dirección hacia la ventana y la niña viendo a la madre fijamente le dijo “mami el ratón ya se fue y me dijo que no va a regresar”.