
Cuerámaro, Guanajuato.- Luego de 10 días del hallazgo arqueológico en las calles Florencio Antillón e Ignacio Zaragoza, el Gobierno de Cuerámaro reanudó la obra de rehabilitación de drenaje. Los vecinos ya se habían quejado por el agua estancada, los olores y las larvas de mosquitos. “¿Cuánto tiempo más tendremos que esperar para que terminen lo que empezaron?”, denunciaron, argumentando que el proyecto llevaba tres meses.
El 25 de octubre se notificó que, debido al descubrimiento de piezas prehispánicas, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) debía hacer las investigaciones correspondientes, por lo que se atrasarían las labores, sin embargo, una denuncia anónima en redes expuso que, al parecer, ese no era el motivo de su inactividad:
“El problema no es solo el abandono, sino la falta total de continuidad y planeación. Comienzan obras, dejan todo a medias y provocan un entorno antihigiénico y peligroso para quienes vivimos o transitamos por la zona.”
El ayuntamiento informó que labores de excavación se harán de la mano de personal del INAH, con el fin de proteger cualquier otro vestigio que hubiera, por lo que, aparentemente, se llevarán a cabo con más cuidado.
