Para las personas que gustan de las películas de acción, sin duda “Fast and Furious 6” (Rápidos y Furiosos 6, Dirigida por Justin Lin, 2013) representa uno de los título que más esperaban para esta temporada.
En esta nueva entrega, nos cuentan cómo el equipo liderado por Dominic Toretto (Vin Diesel) se enfrenta a una nueva amenaza ayudando (irónicamente) a su némesis el súper musculoso Agente Hobbs (Dwayne Johnson “La Roca), la misión es detener al malvado ex militar Owen Shaw (Luke Evans) y en el mismo acto recuperar a una resucitada y extraviada Letyy Ortiz (Michelle Rodríguez).
Ok… esa la historia; pero en ninguna otra película como en esta se pudo notar que el tema fue sólo o un pretexto para vender acción, desarrollar formulas bien probadas para transformarlas en éxito de taquilla y como toda película COMERCIAL buscar sólo entretener, pero en esta ocasión y lejos de lo que hicieron con la entrega 5 en Rio de Janeiro (que la verdad no fue tan mala) el desarrollo de la historia se notó forzadísimo y tremendamente sobreactuado.
A la historia le falta mucha coherencia, no se habla claramente de las motivaciones del villano, no sabemos a ciencia cierta cuál es su objetivo, al inicio se cuenta de un proyecto para alterar el orden mundial y de lo importante que es detenerlo pero no más, obviamente la película se centró más en las figuras de Letty y Toretto y dejó de lado la interacción de los elementos básicos de la historia, bloqueando con ello, su fluidez natural.
Las escenas de acción se prolongan demasiado, ya no se ve a los autos como centros de atención en sí y el ambiente de las carreras clandestinas queda subordinado a una sola referencia en toda la cinta. Los personajes, sobre todo los principales, utilizan diálogos muy construidos lo que provoca que su naturalidad sea inexistente, se notan acartonados, sobreactuados, forzados y desmotivados. Existen situaciones que muy poco tienen que ver en el desarrollo de la historia, pero que obviamente aparecen como un mero pretexto para crear referencias con las películas anteriores en esta saga y explicar la actual, por ejemplo, la visita de Brian (Paul Walker) al penal para entrevistarse con el narcotraficante Braga; también se debe resaltar el excesivo uso de escenas de golpes, fueron muy largas y numerosas, sólo rescatables las peleas entre Letty y la agente Riley (Gina Carano)
Pero no todo en esta cinta es tan malo, en la parte humorística se hace muy buen click con el espectador, sobre todo con el personaje Roman que encarna Tyrese Gibson y en la parte romántica, sin duda emocionante es el nuevo acercamiento de Dominic y Letty, para quien gusta del amor apache y pasional esta pareja lo tiene todo, son sexis, rudos y totalmente infalibles.
En mi opinión esta película carece totalmente de una estructura que la sostenga con fuerza, es absurda en muchos momentos y entretenida en otros; lo único que puede hacer la diferencia entre si vale la pena o no, es la capacidad que tenga el público para disculpar esas pifias y seguir adelante con el regocijo que causa el cine, que finalmente se logra al aceptar que también lo malo puede ser entretenido, eso ya depende del “cristal con que se mire”.
No se debe exigir ni esperar mucho de esta cinta y por lo que vimos en el final, obviamente ya se está cocinando la séptima entrega, esperemos que los dueños de esta franquicia aprendan de sus errores y no sólo busquen el beneficio económico sino que también se preocupen por la calidad narrativa de estas cintas, que no por nada han logrado tanto éxito a través de los años.
Me parece atinada su reseña aunque benevolente, lo que me sigue intrigando es la forma de el como se engancha con este tipo de películas palomeras al público que gusta de ir a ver esto, en fin seguiré de cerca sus reseñas licenciada!
Gracias por compartir su talento y ¡ENHORABUENA!