Irapuato, Guanajuato.- Existen piedras para el mal de ojo, aliviar el estrés e incluso para atraer cosas positivas a tu vida, así lo dijo María Dolores Gómez, quien tiene su negocio especializado en ámbar y cuarzos en diversas formas y colores.
El ámbar entre sus principales características se conoce como una piedra protectora, que absorbe las malas vibras y el mal de ojo, además la amatista, una piedra natural, sirve para aquellas personas propensas al estrés, actuando como un escudo contra las energías generadas por la tensión.
A las personas que sienten que les va mal, para atraer la buena suerte, se recomienda el ojo de tigre, para atraer cosas buenas.
La vendedora que solamente tiene un negocio por redes sociales, recomendó no permitir que otras personas las toquen, ya que se considera algo personal, muchos optan por “curar” sus pulseras o collares bajo la luna llena para potenciar su efectividad.
¿Cómo cargar estas piedras?
María sugiere la luz de la luna llena como aliada. Colocarlas bajo la luz lunar, preferiblemente en contacto con la tierra, durante toda la noche hasta el amanecer. Este ritual, tiene su origen en la creencia de que la luna llena impulsa propósitos y anhelos, potencia la conexión entre las piedras y quienes las usan.
¿Cuáles son las piedras que se cargan con la energía de la luna?
Las piedras lunares, como cuarzo blanco, amatista, sodalita y piedra luna, son las elegidas para este proceso principalmente, gracias a sus tonalidades blancas, violetas, azules y celestes, asociadas a los chakras superiores, previamente, es importante limpiarlas para eliminar cualquier energía anterior o negativa.
El municipio de Irapuato, presenta una ligera preferencia a comprar el ámbar ya que lidera las ventas, seguido de cerca por los cuarzos. María, la vendedora, dijo que regalado “sale mejor”, excusando al regalador de realizar la curación de las piedras naturales, ya que está se recomienda hacer por el portador.
Los precios, oscilan desde los 10 y 300 pesos, dependiendo de la calidad y diseño de las piezas.
María reveló el “secreto para limpiar” un cristal: sumergir el piedra o cristal en agua con sal marina durante 8 horas, luego enjuagarlo con agua fría, un ritual que, según ella, revitaliza la energía de estas piedras.
Sabías que…
Algunas personas suelen dejar por tres días y tres noches; sus cristales para ser “limpiados” otros, solo por ocho horas.