Pese a gran inversión, faltan detalles a la restauración del teatro Juárez


GUANAJUATO, GTO.- Luego de varios meses de haber estado cerrado, para que le realizaran obras de remodelación, el pasado 1 de marzo el teatro Juárez fue reabierto al público con un gran concierto y la presentación del documental “Joyas de Guanajuato: Teatro Juárez”, con guion y dirección del periodista y escritor Enrique Rangel y producción de TV4.

El gobernador Diego Sinhue presumió una vez más que arreglaron una gran grieta, que repararon el aljibe, que restauraron cortinas, butacas y alfombra sin que hubiera daños ni destrucción.

Seiscientos mil pesos, pero de principios del siglo XX, fue el costo total de un teatro que fascinó desde su inauguración con los acordes del vals “Carmen”, del compositor y violinista Juventino Rosas. La restauración iniciada entre 2002 y 2023 y concluida en 2024 costó 160 millones de pesos.

El Teatro Juárez, explica el historiador guanajuatense Luis Ernesto Camarillo, “es un teatro pensado como un emblema de la restauración de la República”, alejado de la visión tradicional que lo asocia con el porfiriato y los excesos del afrancesamiento.

En efecto: Díaz reivindicó en 1906 la imagen de su adversario Benito Juárez y con ello logró la unidad del liberalismo mexicano. Las desigualdades posteriores provocaron una revolución.

El Juárez cerró sus puertas un año, entre 2022 y 2023, su grandeza no se vio mermada. El desarrollo del documental muestra, paso a paso, cómo la restauración le renovó.

Obra inconclusa

El viernes 26 de abril, el teatro Juárez volvió a ser mostrado en su magnificencia cuando fue la sede de la premiación del ganador del concurso de Himno para Guanajuato.

El recinto lució como nuevo y fue admirado por la concurrencia.

Un detalle permitió conocer otros aspectos: al rebasar los espacios asignados para la prensa, un grupo de reporteros fue enviado al segundo nivel.

Los pasillos estaban limpios y se notaba la mano de pintura en muchos lugares, pero había señales de muros sin restaurar. En los palcos hay butacas “grabadas” con mensajes de amoríos de escuela secundaria y rayones con “recuerdos” de turistas inconscientes.

Alfombras y cubiertas lucen limpias, pero sin cambiar las partes rotas o deterioradas.

El gobernador prometió restauración total. En su administración aún no pasa y en unos días termina.

 

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