Un día antes de ser desconectado del soporte vital y luego de que sus padres aceptaran donar sus órganos, Trenton McKinley, “El niño milagro”, despertó de un coma de dos meses.
McKinley, de 13 años, cayó en coma después de un accidente en un buggy conducido por su amigo; él viajaba en un remolque arrastrado por un vehículo, cuando su compañero pisó el freno e hizo que el remolque se volteara.
“El tráiler cayó sobre mi cabeza. Después de eso, no recuerdo nada”, relató McKinley.
Según la madre del pequeño, estuvo muerto por 15 minutos cuando llegó al Centro Médico de Estados Unidos en Mobile, Alabama.
“Todo lo que vi fue una camilla con los pies colgando. Murió 15 minutos. Si se recuperaba, dijeron los médicos que nunca volvería a ser normal. Me dijeron que los problemas de oxigenación serían tan perjudiciales para su cerebro, que sería un vegetal si lo lograra”, recordó.
Al no ver signos de recuperación en su hijo, los padres de Trenton firmaron los papeles para donar sus órganos a cinco.
“Justo antes de que cancelaran la última prueba de ondas cerebrales, su mano se movió seguido de sus pies y mi bebé que estuvo en el cielo unos minutos, ahora es un milagro”, dijo la madre.
De acuerdo con e testimonio del menor, “estaba en un campo abierto caminando recto. No hay otra explicación más que Dios. No hay otra manera. Incluso los doctores lo dijeron”.