Por Domingo López.
México. – Han pasado casi 18 meses desde la pelea campal que se suscitó el 05 de marzo de 2022, entre las barras y demás aficionados del Querétaro y Atlas de la Liga MX, noticia que fue mundial debido a todas las imágenes que fueron captadas por los mismos aficionados y por las televisoras donde se observaban personas desnudas, ensangrentadas, inconscientes, familias corriendo, padres y madres tratando de proteger a sus hijos.
Ante los hechos, los directivos de la Liga MX pronunciaron a través de su presidente Mikel Arriola que tomarían las medidas necesarias para que esto no volviera a suceder en un estadio de fútbol de la Liga MX, se rumoraron sanciones enérgicas tales como la desafiliación del equipo local (Querétaro), pero con el paso del tiempo esto ha ido quedando en el olvido.
Oficialmente se inhabilitaron a los directivos de Querétaro por 5 años, sin embargo, se sabe que se le ha reducido el castigo a Adolfo Ríos por solamente un año, también el estadio corregidora recibió un veto de 1 año sin público en las gradas (única medida que se ha cumplido al 100%), se estableció también un plazo de 6 meses para la venta de la franquicia del Querétaro y se regresó a sus anteriores dueños (Grupo Caliente) para que hiciera la venta, sin embargo, esto no ha sucedido y la Liga MX ha extendido el paso para dicha venta, la cual parece que no sucederá.
Derivado de los hechos se detuvo a 72 personas las cuales se sabe que todas gozan el día de hoy de la libertad de andar en las calles, quedando también todo en el olvido por parte de las autoridades.
Las peleas entre aficionados se siguen dando en los diferentes estadios de la Liga MX y parece ser algo que no se pueda erradicar, ojalá los directivos recuperen la memoria y tomen el control de lo que pasa en los estadios de la Liga MX por bien de todos los aficionados.